La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) afecta al 15 % de los colombianos, causando síntomas como dolor intenso y ardor constante, que deterioran la calidad de vida. Lo que parece una simple molestia puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo. Investigaciones recientes advierten sobre aspectos poco conocidos de esta condición, que representa una amenaza creciente para la salud pública en el país.
El mecanismo detrás de la ERGE involucra al esfínter esofágico inferior (EEI), una estructura muscular crucial que evita el retroceso de alimentos y ácidos del estómago al esófago. Cuando esta barrera fracasa en su función, ya sea por debilidad o relajación inadecuada, se desencadenan síntomas que incluyen:
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Síntomas de Reflujo Gastroesofágico
- Acidez estomacal o ardor
- Regurgitación ácida
- Dolor torácico
- Incomodidad nocturna
Un aspecto significativo de la ERGE es su potencial para desencadenar complicaciones severas si no se maneja adecuadamente. La inflamación del esófago, conocida como esofagitis, y la aparición de lesiones precancerosas son riesgos asociados a esta enfermedad.
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En Colombia, tratar la ERGE presenta retos adicionales debido a ciertos factores genéticos que afectan la respuesta a los inhibidores de la bomba de protones (IBPs), un medicamento comúnmente utilizado en el manejo de esta afección. Un estudio de 2007 en BMC Clinical Pharmacology reveló que un porcentaje considerable de la población mestiza colombiana, un 70.7 %, son metabolizadores rápidos de IBPs, mientras que el 12.9 % son metabolizadores ultrarrápidos. Esta rápida metabolización disminuye la eficacia del tratamiento, lo cual puede ser un factor clave en las tasas de tratamiento fallido.
A su vez, la eliminación de la bacteria Helicobacter Pylori, que se aloja en el revestimiento del estómago y está asociada con úlceras y cáncer gástrico, se ve obstaculizada por la misma predisposición genética. La velocidad de metabolización de los IBPs en muchos colombianos reduce la efectividad del tratamiento clásico para erradicar esta bacteria.
A través de una comprensión más profunda de estos factores, se abre un camino para el desarrollo de estrategias de tratamiento personalizadas. Esto podría mejorar la vida de quienes padecen ERGE en Colombia, ofreciendo un enfoque adaptado a sus necesidades biológicas únicas. La búsqueda de soluciones efectivas para la ERGE y sus complicaciones asociadas en el contexto colombiano es un reto continuo para la comunidad médica.
