Un nuevo golpe a la libertad de las mujeres por parte de los Talibanes. Se ha dado esta semana con la reciente ratificación de una ley por parte del gobierno talibán. Esta norma refuerza la ya estricta represión social impuesta desde que los talibanes regresaron al poder en agosto de 2021, y introduce duras prohibiciones para las mujeres en espacios públicos.
En la ciudad de Kandahar, dos mujeres caminaban con el velo islámico integral este jueves, una imagen que ejemplifica las nuevas restricciones. La ley de moralidad recientemente sancionada impone que las mujeres deben cubrir sus rostros y cuerpos en su totalidad, prohibiendo cualquier vestimenta que pueda considerarse atractiva o que revele la forma del cuerpo. Además, la prohibición se extiende al uso de cosméticos y perfume, con la justificación de evitar que las mujeres afganas sigan estilos no musulmanes.
Normas de los Talibanes
Uno de los aspectos más severos de esta normativa es la prohibición explícita de la voz femenina en espacios públicos. Esto implica que las mujeres no podrán hablar, cantar o recitar en público, ni tampoco utilizar micrófonos. Se les prohíbe incluso mirar a hombres que no sean sus familiares directos. La implementación de estas medidas ha sido categorizada como innegociable por Mohammad Khalid Hanafi, el ministro de la Virtud y el Vicio.
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La ONU ha descrito la situación de las mujeres afganas desde 2021 como un “apartheid de género”, según palabras de Richard Bennett, relator especial para Afganistán. La organización internacional considera las condiciones de las mujeres afganas como las peores a nivel mundial.
La nueva normativa, que consta de más de 100 páginas y 35 artículos, es la primera declaración formal de leyes sobre “vicio y virtud” desde que los talibanes tomaron el poder. Esta legislación también impone restricciones a los hombres, quienes no pueden usar corbata ni recortarse la barba por debajo de la longitud de un puño, y deben abstenerse de peinarse. Los hombres tampoco pueden ver ni hablar con mujeres con quienes no tengan parentesco. Adicionalmente, los conductores de autobús están obligados a impedir el acceso a mujeres que no vayan acompañadas de un hombre.
En cuanto a los medios de comunicación, la nueva ley ordena que se adhieran estrictamente a la sharía, prohibiendo la publicación de imágenes que representen seres vivos. Esta imposición busca alinear todos los aspectos de la vida pública y mediática con la interpretación estricta de la ley islámica por parte del régimen talibán.
Las sanciones por violaciones a esta normativa varían desde advertencias y amenazas hasta la detención temporal y la confiscación de bienes. En caso de reincidencia, los individuos podrían ser remitidos a los tribunales para enfrentar medidas adicionales. Según el Ministerio de Justicia, más de 13,000 personas fueron detenidas por infringir las normas de moralidad en el último año, aunque no se especificaron los delitos ni el género de los detenidos. La mitad de esas detenciones duraron menos de 24 horas.
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Esta nueva serie de restricciones no solo afecta a las mujeres, sino que también impacta a los hombres y a la sociedad en general al limitar la interacción y la movilidad. Las restricciones a los conductores de autobús y a los medios de comunicación son ejemplos claros de cómo se busca controlar todos los aspectos de la vida pública.
Con esta nueva normativa, los talibanes han reafirmado su compromiso de gobernar bajo su estricta interpretación de la sharía. Según el Ministerio de Justicia, esta ley es la séptima en ser ratificada bajo el Emirato Islámico, con otras leyes enfocadas en temas como propiedad, servicios financieros y prevención de la mendicidad.
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Las medidas adoptadas por el régimen talibán en Afganistán restan voz y visibilidad a las mujeres, creando un ambiente cada vez más restrictivo y opresivo no solo para ellas, sino para toda la sociedad afgana. Mientras el mundo observa, la situación en Afganistán continúa deteriorándose, con estrictas normativas que remodelan la vida pública y privada del país.
