Futuras alianzas con la empresa privada le daría nuevos aires al FaguaFest, según se desprende de lo sucedido durante la presencia del entrante mandatario de Chía, Leonardo Donoso, en el evento de este fin de semana.
El propósito es fortalecer la productividad en el renglón primario de la economía del municipio, asunto sobre el cual trabajará una vez tome posesión de sus responsabilidades en el manejo de la ciudad, según se le entendió.
Donoso Ruiz observó en detalle cada una de las muestras, en particular aquellas relacionadas con la artesanía indígena, las manualidades, los procesados, la gastronomía y toda suerte de actividad emprendedora.
“Este festival hoy cumple su tercera edición y se realiza en la Casa Tibaná de Fagua, importante proyecto que hace parte de la responsabilidad social del sector floricultor de Fagua y Chía”, aseguró.
Resaltó el trabajo de Catalina Mojica, dirigente de quien depende muy buena parte de la producción de flores en el municipio. Su iniciativa incluye la presencia de 150 niños cuya intervención aumenta valor social a la inciativa.
Actúan bajo el proyecto “Embajadores de Fagua” ; asisten tres veces a la semana con el propósito de realizar actividades lúdicas dentro del aprovechamiento del tiempo libre.
Definen trabajar conjuntamente
El alcalde electo Donoso Ruiz y los floricultores acordaron implementar una alianza pública para trabajar con la Asociación Colombiana de Floricultores, Asocolflores.
Conjuntamente impulsarán, entre otros asuntos, campañas dirigidas a evitar el embarazo temprano, consumo de sustancias psicoactivas y la mitigación de factores de riesgo en salud mental.
Los primeros esfuerzos serán concentrados en el sector de Fagua que hoy enfrenta “condición de vulnerabilidad”. Además, desarrollarán algunas de las 15 propuestas de los agricultores para conectar el Cerro de Lourdes con el Río Frío.
Orígenes del Fagua Fest
Los inicios del evento se remontan al 2018. Sus primeros pasos corrieron de la mano de Catalina Mojica, una líder emprendedora quien transformó una antigua finca familiar en un centro multipropósito de integración social.
Gestó la Casa Tibaná, un espacio creativo que se convirtió en un referente para la comunidad. Apoyó a los campesinos locales y promovió la conciencia ambiental y la vida sana entre niños, jóvenes y adultos, según narra el Periódico de Chía en una publicación por esos días.
Esa intervención permitió que fueran desarrollados el Primer Festival Ambiental en Chía. A partir de entonces, el certamen pasó a ser una cita obligada no solo para los locales sino para el país y, hoy, para turistas provenientes de diferentes parte del mundo.
Para esa ápoca y como programación inicial desarrollaron conciertos, actividades lúdicas, bici paseos, gastronomía ancestral y charlas sobre el agua y el cuidado de la tierra. Esos temas hoy siguen siendo parte fundamental de la agenda durante los primeros días de cada diciembre.
Diferentes actividades lúdicas
Además de las exposiciones propias del evento, la programación, tradicionalmente, ofrece otras oportunidades de importante valor cultural, social y ambiental.
Generalmente, los artistas locales exhiben objetos de diseño sostenible, y los pequeños y medianos emprendedores tienen oportunidad de presentar sus productos.
Las charlas ambientales, principalmente aquellas que hace notar la importancia del agua, los bosques y su manera de protegerlos, son temas obligados cada año.
El yoga igual hace parte del calendario del certamen anual; su práctica es orientada por expertos igualmente comprometidos con eventos de estas características.