Colombia ha logrado un notable avance en la reducción de la inseguridad alimentaria, pasando de un 30% a un 25% entre los años 2022 y 2023. Este progreso, revelado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, indica una disminución de 2.5 millones de colombianos afectados por esta problemática, descendiendo de 15.5 millones a 13 millones. Este logro refleja el efecto positivo de los esfuerzos coordinados del Gobierno del Cambio, liderado por el presidente Gustavo Petro Urrego, y su compromiso con políticas, programas y estrategias destinadas a combatir el hambre y promover la soberanía alimentaria en el país.
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El presidente Petro, desde su discurso de posesión, ha enfatizado que “Colombia es un país que debe y puede gozar de soberanía alimentaria para lograr que el hambre sea cero”. En línea con este objetivo, el Gobierno ha implementado diversas iniciativas, como el programa Renta Ciudadana, orientado a hogares liderados por mujeres con niños menores de seis años, y el mejoramiento de la Bienestarina, enriquecida con ingredientes locales como yuca y sacha inchi. Adicionalmente, el Gobierno ha incentivado el aumento de la producción agrícola como estrategia para evitar el desabastecimiento y reducir los precios al consumidor.
La medición realizada por el PMA a finales de 2023 se basó en el indicador CARI, que evalúa la frecuencia del consumo de alimentos por hogar, la vulnerabilidad económica comparada con la línea de pobreza del Dane, y las estrategias de afrontamiento o supervivencia empleadas por los hogares. Este estudio, apoyado por la Cooperación Europea (ECHO), se llevó a cabo entre el 15 de noviembre y el 16 de diciembre de 2023 en 29 departamentos y 133 municipios, analizando patrones de consumo, vulnerabilidad económica, y estrategias de supervivencia.
Los resultados del estudio revelaron que La Guajira es el departamento con mayor inseguridad alimentaria (59%), lo que ha motivado al Gobierno a centrar sus estrategias en esta región. A nivel general, las zonas rurales registran una inseguridad alimentaria del 31%, superior al 24% de las zonas urbanas, debido a ingresos precarios y a un mayor impacto de eventos climáticos extremos. Sin embargo, el número absoluto de personas en situación de inseguridad alimentaria es mayor en las zonas urbanas, con un millón de afectados solo en Bogotá, lo que representa el 13% de la población de la capital.
La categorización del PMA de la inseguridad alimentaria incluye niveles moderado y severo. Los hogares en el nivel moderado apenas cubren las necesidades mínimas de consumo de alimentos y recurren intensamente a estrategias de supervivencia, como gastar ahorros o vender activos. En cambio, los hogares en situación severa enfrentan brechas de consumo más amplias, al no lograr cubrir ni siquiera las necesidades mínimas de consumo de alimentos.
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