Un pedido por tranquilidad se convirtió en tragedia en el barrio Las Cruces, en el corazón de Bogotá. En un inmueble que opera ofreciendo alquiler de habitaciones por días, Álvaro Amador, un hombre de 34 años, se vio envuelto en un fatal altercado tras solicitar a su vecino que disminuyese el volumen de su música. Este incidente, aparentemente menor, escaló hasta convertirse en una contienda violenta que culminó con la muerte de Amador.
Durante el enfrentamiento verbal que rápidamente degeneró en violencia física, el vecino, cuyo nombre aún no ha trascendido, extrajo un arma blanca e infligió una letal herida en el pecho de Amador, cerca del corazón. El silencio de un hogar se quebró al compás de la urgencia y el infortunio, mientras Amador permanecía en el suelo, luchando por su vida. Fue prontamente trasladado al Hospital de la Samaritana, donde desafortunadamente declararon su fallecimiento.
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