La presión sobre los recursos hídricos en Cundinamarca y Bogotá, hogar del 20% de la población colombiana, ha generado una situación crítica. La oferta hídrica ha disminuido más rápido de lo previsto y, a corto plazo, las aguas subterráneas se convertirán en una alternativa crucial. Esta opinión fue compartida por Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional (CAR), durante la inauguración de la Segunda Cumbre por la Gobernanza del Agua. Este evento, organizado por la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, se celebra en el Salón Gobernadores de la Gobernación de Cundinamarca y se extenderá hasta mañana.
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En la cumbre se resaltó la importancia de reunir a las autoridades ambientales para discutir y compartir experiencias sobre cómo enfrentar los desafíos del cambio climático que afectan la disponibilidad de agua. Ballesteros subrayó que tales encuentros fortalecen la capacidad técnica para la gestión integral del recurso hídrico, especialmente en regiones densamente pobladas como Bogotá y Cundinamarca, que albergan a cerca de 10 millones de personas.
Dentro del nuevo Plan de Acción Cuatrienal, se han iniciado campañas de monitoreo en tiempo real de los niveles piezométricos en zonas críticas como la cuenca alta y media del Río Bogotá y la cuenca alta del Río Suárez. Estas iniciativas buscan determinar la cantidad y calidad de los acuíferos mediante monitoreos continuos, complementados con programas de manejo integral de cuencas para preservar las zonas de recarga.
Un análisis realizado por la CAR revela que entre 1998 y 2022, los niveles de agua subterránea descendieron a más de 100 metros de profundidad, un cambio drástico comparado con los 30 o 20 metros registrados tres décadas atrás. Esta preocupante tendencia ha llevado a la autoridad ambiental a negar nuevas concesiones de agua, una medida preventiva ante el creciente descenso de los niveles acuíferos.
Ballesteros indicó que los efectos del cambio climático han adelantado los escenarios proyectados para 2040, que preveían una reducción del 25% en la oferta hídrica. Ante esta realidad, la CAR ha implementado restricciones en el uso de aguas subterráneas como respuesta a los descensos cada vez mayores en sus niveles.
La Segunda Cumbre de Gobernanza del Agua también pondrá en foco las experiencias de las 33 corporaciones regionales del país en el manejo de 124 cuencas hidrográficas. Hasta la fecha, se han aprobado 87 planes de ordenación que cubren más de 20.8 millones de hectáreas, proporcionando un modelo a seguir para otras regiones afectadas por problemas hídricos similares.
El evento ofrece una plataforma vital para que las autoridades ambientales intercambien conocimientos y desarrollen estrategias efectivas para enfrentar los desafíos presentes y futuros que plantea la gestión del agua. La colaboración y el intercambio de experiencias son fundamentales para implementar soluciones sostenibles y adaptativas ante las fluctuantes condiciones climáticas.
Las acciones inmediatas incluyen:
1. Monitoreo en Tiempo Real: Evaluación continua de los acuíferos en zonas críticas.
2. Manejo Integral de Cuencas: Programas de preservación y gestión de zonas de recarga hídrica.
3. Restricciones en Concesiones de Agua: Medidas para controlar el uso de aguas subterráneas.
4. Fortalecimiento Técnico: Capacitación y colaboración entre autoridades ambientales.
La cumbre no solo busca soluciones a corto plazo, sino también el desarrollo de políticas a largo plazo que aseguren una gestión sostenible del recurso hídrico. Con eventos como este, se espera fortalecer la resiliencia de las comunidades y los ecosistemas frente a los impactos del cambio climático.
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