La comunidad de Bogotá ha manifestado su preocupación por los reportes diarios de escopolaminados en la capital del país.
Es por eso que el concejal Rolando González ha destapado una inquietante realidad en la metrópolis, la preocupación que se ha convertido en el centro de atención en la ciudad de Bogotá.
Esta preocupación se relaciona con la alarmante proliferación del uso de la escopolamina, una sustancia peligrosa que está afectando a la ciudad.
El concejal, del partido Cambio Radical, ha alzado su voz en público para denunciar un incidente que involucra a uno de los integrantes de su equipo, el señor Wilson Hernández.
Este triste hecho tuvo lugar en un establecimiento comercial ubicado en el barrio Carvajal, situado en la localidad de Kennedy.
Casos diarios de escopolaminados en Bogotá
Las cámaras de seguridad de dicho local nocturno capturaron un escalofriante momento en el que una mujer desconocida adultera la bebida de Hernández con una dosis de escopolamina.
En cuestión de minutos, la víctima abandona el local en un estado de vulnerabilidad patente, siendo acompañado sorprendentemente por la misma mujer hacia su lugar de residencia.
La situación se torna aún más inquietante cuando, al llegar a la vivienda de Hernández, la mujer lo despoja de sus pertenencias con un valor estimado de treinta millones de pesos.
Esta serie de eventos arrojan luz sobre una tendencia alarmante que está tomando forma en la ciudad y que al parecer también se está saliendo de control.
Anualmente se reporta un promedio de dos mil casos de robo bajo los efectos de la escopolamina, con un aterrador promedio de siete incidentes diarios.
El concejal Rolando González recalca que el sesenta por ciento de las víctimas de estos actos son hombres que resultan afectados en su salud y en su parte económica porque son robados..
Los datos proporcionados por el concejal están respaldados por la información suministrada por la secretaría de Seguridad de Bogotá.
Apremiante necesidad de abordar esta problemática
Esta oficina destaca la apremiante necesidad de abordar esta problemática que representa una amenaza tangible para la comunidad bogotana.
La proliferación de la escopolamina y su impacto en la seguridad son cuestiones que exigen una acción urgente y una atención continua por parte de las autoridades y la comunidad.
Cabe recordar que la escopolamina es un alcaloide natural que se encuentra en varias plantas, principalmente en la belladona (Atropa belladonna) y en el beleño negro (Hyoscyamus niger).
También se puede sintetizar químicamente y se utiliza en medicina y, lamentablemente, en situaciones ilegales debido a sus efectos psicotrópicos y peligrosos.
En el ámbito médico, la escopolamina se utiliza principalmente como medicamento anticolinérgico.
Es conocida por su capacidad para inhibir la acción del neurotransmisor acetilcolina en el sistema nervioso central y periférico.
Herramienta útil para tratar afecciones
Esto la convierte en una herramienta útil para tratar afecciones como mareo por movimiento, enfermedad de Parkinson y trastornos gastrointestinales, ya que reduce la actividad del sistema nervioso parasimpático.
Sin embargo, fuera del ámbito médico, la escopolamina ha adquirido notoriedad por su uso recreativo y peligroso.
Algunas personas han abusado de ella debido a sus efectos alucinógenos y sedantes. Cuando se consume en dosis inadecuadas, la escopolamina puede inducir un estado de delirio, amnesia y alucinaciones.
Esto ha llevado a su uso en situaciones de abuso y delitos, a menudo en combinación con otras sustancias, lo que puede resultar en experiencias extremadamente peligrosas y perturbadoras.
El uso recreativo de la escopolamina es ilegal en la mayoría de los países debido a sus efectos adversos y potencialmente letales.
Los informes de personas que han sido víctimas de la "droga de la obediencia" son alarmantes. Los delincuentes la utilizan para incapacitar a las víctimas y cometer robos u otros delitos sin que estas recuerden nada.
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