La ciudad de Bogotá enfrenta un incremento en la utilización del recurso hídrico en el arranque del año, bajo la sombra del fenómeno de El Niño y el consecuente aumento de las temperaturas. En este contexto, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) apela a la colaboración ciudadana con una batería de recomendaciones destinadas a mitigar la presión sobre el suministro de agua potable.
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Este enero, se ha registrado una subida en el consumo de agua de 1.000 litros por segundo en comparación con el mismo mes del anterior año. La EAAB, preocupada por este incremento y las previsiones climáticas que extienden el impacto de El Niño hasta mayo, hace un llamamiento a todos los bogotanos. Natasha Avendaño García, gerente general de la entidad, subraya la importancia de la contribución colectiva para atenuar el gasto de agua potable y garantizar su disponibilidad en este periodo crítico de sequía.
En su esfuerzo por salvaguardar el recurso vital, la EAAB ha intensificado la vigilancia sobre los niveles de los embalses que abastecen la metrópoli. Los datos actuales muestran que los reservorios del norte - Tominé, Neusa y Sisga - presentan un 61,97% de su capacidad, reflejando una merma del 10%. El descenso es más alarmante en el sistema de Chingaza, que alcanza apenas el 31,99% de su capacidad total. En contraste, los del sur - La Regadera y Chisacá - se encuentran por encima del 72%.
La EAAB insta a la ciudadanía a adoptar estas prácticas sostenibles y a mantenerse informados sobre el estado de los embalses y las medidas de contingencia ante la situación actual.
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