La construcción de la segunda línea del metro de Bogotá (2LMB) avanza bajo el escrutinio de la precisión técnica y la supervisión de entidades internacionales, según confirmó la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN). La entidad asegura que el proyecto cumple con todos los requisitos a nivel técnico, financiero, jurídico, ambiental y social, encontrándose al día en sus procedimientos y manteniendo el apoyo de la Banca Multilateral, la cual validó el estudio ambiental y facilitó los créditos necesarios para su continuidad.
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No obstante, una voz crítica se eleva desde el cabildo de la capital. El concejal de Bogotá, Daniel Briceño, ha expresado preocupaciones referentes a un posible conflicto de interés. Este conflicto emergería ante la precalificación de empresas para competir en el proyecto, donde al parecer, tres de las cuatro candidatas comparten un origen común: una empresa china. Briceño recalca la importancia de la libre competencia en licitaciones públicas y pone de relieve que la exalcaldesa Claudia López estaba al tanto de estas circunstancias, iniciando un análisis de conflicto de interés justo antes de concluir su mandato.
La FDN, encargada de la estructuración del proyecto 2LMB, arrancó su tarea en 2021, vinculándose mediante contrato interadministrativo con la Empresa Metro de Bogotá. Su misión es clara: establecer el mecanismo de transacción más eficiente y preparar toda la documentación necesaria para que se den los pasos subsecuentes de selección, adjudicación y construcción. Tal compromiso no es novedad para la financiera, pues su experiencia previa en la primera línea del metro (1LMB) otorga antecedentes de su capacidad para la asesoría en obras civiles de gran envergadura.
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