En el corazón de Bogotá, los ciudadanos se preparan para una semana clave bajo las vigentes reglas de pico y placa, una estrategia que busca aliviar la congestión vehicular en la metrópoli. Aunque no hay cambios inminentes anunciados por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, las particularidades del calendario hacen de esta última semana de febrero una de especial atención para evitar infracciones.
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La ciudad, en constante evolución, enfrenta desafíos únicos debido a importantes proyectos urbanísticos, como la construcción del metro y la expansión de la troncal de TransMilenio en la avenida 68. Estas obras prometen transformar el panorama del transporte en Bogotá, pero mientras tanto, la medida de pico y placa permanece como una herramienta clave para la gestión del flujo vehicular.
A pesar de la expectativa por posibles ajustes en la normativa de circulación, la administración ha mantenido la rotación actual para vehículos particulares. Dicha decisión implica una programación específica para esta semana, donde la combinación de fechas resulta en que algunos conductores tendrán que abstenerse de usar sus vehículos por dos días consecutivos, dependiendo del último número de su placa.
El esquema de restricción para la última semana de febrero es claro:
- Lunes y miércoles: Vehículos con placas terminadas en 1, 2, 3, 4 y 5.
- Martes, jueves y viernes: Aquellos cuyas placas finalicen en 6, 7, 8, 9 y 0.
Esta organización subraya la importancia de estar atentos a los detalles para evitar sanciones, ya que el pico y placa rige desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche, abarcando así la mayor parte del día.
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