La capital colombiana, Bogotá, fue escenario de un importante golpe contra la criminalidad organizada tras la captura de un grupo de individuos que simulaban pertenecer a bandas criminales y perpetraban actos violentos contra negocios en sectores clave de la ciudad. Esta operación, resultado de una exhaustiva investigación policial, culminó con la detención de cuatro sujetos implicados en una serie de extorsiones que azotaban las localidades de Suba, Kennedy y Bosa, zonas reconocidas por su dinamismo comercial.
El esclarecimiento de los hechos reveló la participación de un hombre conocido como alias 'Geovanny', quien desde una prisión ejercía influencia mediante llamadas amenazantes a comerciantes. La intimidación era seguida por actos vandálicos ejecutados por sus cómplices, alias 'Cartagena' y 'Julio', quienes disparaban y prendían fuego a las fachadas de tiendas y locales para subyugar a sus propietarios y exigirles pagos.
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Las ganancias ilícitas estimadas por este grupo ascendían a aproximadamente 100 millones de pesos colombianos al mes. Como parte de su modus operandi, los delincuentes involucraban a personas procedentes de la región Caribe, a quienes hospedaban temporalmente en puntos estratégicos de las localidades afectadas, garantizando así la movilidad y dificultando la labor de rastreo de las autoridades.
El esfuerzo investigativo extendido durante ocho meses implicó el análisis de más de 20,000 números telefónicos, con dos interceptaciones clave. La policía atendió a las denuncias de 15 víctimas de extorsión, lo que les permitió realizar 10 búsquedas selectivas en bases de datos y más de 100 horas de estudio de material de video vigilancia, factores que fueron decisivos en el éxito de la misión.
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