En un fascinante giro hacia la descentralización de la alta cocina, la periferia de la capital colombiana se está convirtiendo en un escenario gastronómico emergente que merece toda nuestra atención. No es un secreto que las delicias culinarias de alto nivel se han extendido más allá de las barreras urbanas, y en este recorrido, descubrimos cómo locales innovadores están redefiniendo la experiencia gourmet en Cundinamarca, ofreciendo propuestas y servicios que invitan a una exploración gustativa.
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En la orilla del embalse de Tominé, se ubica Oriente restaurante, el cual resalta por su compromiso con los productos regionales. Este espacio, liderado por Tomás Rueda, exproprietario y chef de Donostia y Tábula, se enfoca en una cocina que celebra los sabores locales a través de cocciones lentas y jugosas, acompañamientos ricos en hortalizas y tubérculos de la región, y una selección de bebidas que incluyen vino, cocteles con destilados colombianos, y cervezas artesanales.
No muy lejos de ahí, en la vía a Subachoque, se encuentra Austin's Texas BBQ, un rincón que traslada a sus visitantes al sur de Estados Unidos gracias a su auténtica barbacoa sureña. Con mesas al aire libre y un menú ofreciendo un festín en bandejas compartidas a un precio fijo, este lugar se ha convertido en el favorito de familias y amigos que buscan disfrutar de cortes como el brisket y las costillas de cerdo, cocidos en un horno ahumador importado directamente de Texas.
Avanzando hacia Tabio, nos encontramos con Chamán y Mirris, dos locales que, bajo la sombra de la misma gestión, ofrecen experiencias culinarias distintas pero igualmente memorables. Chamán propone una cocina moderna que amalgama técnicas internacionales con ingredientes locales, mientras que Mirris se centra en la típica comida colombiana, en un entorno que evoca la intimidad de un hogar. Ambos lugares, liderados por los chefs Felipe Arizabaleta y Juan Carlos Reyes, invitan a los comensales a un viaje por los sabores del altiplano cundiboyacense.
Por otro lado, La Masía, ubicada en Anapoima, ofrece una experiencia diferente. Más que un restaurante, es un hotel boutique donde la paella se lleva el protagonismo. Este sitio se distingue por su gastronomía española y un ambiente que combina sencillez, buen gusto y un servicio excepcional.
Finalmente, Mestizo en Mesitas del Colegio es un proyecto comandado por Jennifer Rodríguez, cuya cocina de origen ha colocado a este rincón en el mapa de la alta gastronomía nacional. Ubicado en el primer piso de un hotel boutique, este restaurante destaca por platos que rescatan la esencia local y bebidas refrescantes que complementan la experiencia culinaria.
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