En un giro progresista hacia la justicia social, la Sociedad de Activos Especiales (SAE), una entidad de carácter mixto supervisada por el Ministerio de Hacienda, ha implementado una iniciativa ejemplar de responsabilidad social. En un acto sin precedentes, la SAE, bajo la dirección del economista Daniel Rojas, ha transformado la gestión de bienes decomisados, redistribuyendo alimentos a quienes más lo necesitan, en lugar del acostumbrado almacenamiento durante los procesos de embargo.
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Una acción que sobresale por su enfoque humanitario y eficiente; la SAE ha repartido comestibles, resultantes de procedimientos contra actividades ilícitas, a 1500 habitantes de la localidad de Ciudad Bolívar, Bogotá. Este cambio estratégico de manejo de bienes incautados, no solo evita el desperdicio de alimentos sino que también contribuye a aliviar las necesidades en comunidades afectadas por diversas adversidades.
La distribución fue meticulosamente realizada en los barrios Naciones Unidas, Alpes, Cordillera y TierraLinda. Al respecto, Daniel Rojas enfatiza la relevancia de la acción, explicando que más que un acto benéfico, es una forma de restitución: “la comida incautada ya no se pudre en bodegas… no es un regalo, estamos devolviendo a la gente lo que le han arrebatado”. Esta declaración refleja la nueva directriz de la SAE de conectar resultados tangibles con los derechos de las víctimas y comunidades desfavorecidas.
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