En un esfuerzo significativo por restaurar el equilibrio ecológico, 59 animales silvestres han sido restituidos a su entorno natural en la reserva Yurumí, ubicada en el departamento del Meta. Este trascendental evento es el resultado de un operativo conjunto entre la Secretaría de Ambiente de Bogotá y Cormacarena, enfocado en combatir el tráfico ilegal de fauna.
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Estos animales, que incluyen especies como monos, tortugas, diversas aves e iguanas, fueron retirados de redes de tráfico ilegal. Tras su recuperación en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente en Bogotá, estas especies han regresado a su hábitat natural. Un proceso de rehabilitación exhaustivo les permitió volver a un entorno protegido, abarcando una zona de conservación de 800 hectáreas en la altillanura de la Orinoquía.
Las fuentes de los animales liberados son variadas: el 46% fue recuperado de áreas urbanas en Bogotá, un 32% fue entregado por instituciones como la Policía, y el 22% resultó de operativos de incautación en combate al tráfico ilegal. Este proceso de reintegración a la naturaleza se completó tras períodos de rehabilitación que oscilaron entre 4 meses y 3 años.
Entre las especies liberadas destacan el mono ardilla, la iguana verde, la tortuga Terecay y la cotorra Carisucia. La tortuga Terecay, en particular, se encuentra En Peligro a nivel nacional y está catalogada como Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo que subraya la importancia de estos esfuerzos de conservación.
Adriana Soto, secretaria de Ambiente de Bogotá, enfatiza la necesidad de prevenir la extracción ilegal de estos animales de sus ecosistemas naturales, destacando a Bogotá como un punto estratégico en las rutas de tráfico de fauna. Además, hace un llamado a la comunidad a proteger la diversidad biológica y a denunciar las actividades ilegales que amenazan el equilibrio natural.
En lo que va del año, la Secretaría de Ambiente ha confiscado 487 animales vivos en Bogotá. Estos decomisos incluyen especímenes provenientes de departamentos como Meta, Arauca, Bolívar y Santander. Los operativos de rescate y rehabilitación forman parte integral de las estrategias desarrolladas para luchar contra el tráfico ilegal de fauna, un delito altamente lucrativo, comparado en magnitud solo con el narcotráfico y el tráfico de armas.
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