En un giro sorprendente que destapa la realidad del tráfico ilícito en la capital, la Policía Metropolitana de Bogotá ha desmantelado un inusual negocio de drogas conducido desde la ventana de un edificio en el barrio Siete de agosto. Esteven, de 36 años, orquestaba la venta desde su confinamiento domiciliario, desafiando su condena por un crimen previo, incluyendo un caso de homicidio.
El operativo, denominado Operación Bogotá, incluyó una casa allanada y el aseguramiento de un considerado volumen de narcóticos: 1000 dosis de bazuco y 360 de marihuana. Esteven intentó huir a través de los tejados, pero fue aprehendido gracias al rápido actuar de los oficiales.
Además, en otro sector de la ciudad, la Fiscalía General de la Nación ha reportado la detención de tres miembros de una familia en el barrio Guacamayas. Conocidos como Los Guacamayos, tenían en su poder cien kilogramos de marihuana listos para su distribución, utilizando dos inmuebles y un taxi como medios de operación y distribución de las sustancias ilícitas. La directora de fiscalías Bogotá, Leonor Merchán Lopera, destacó la agilidad y eficiencia investigativa que precedió a la captura de estos individuos.
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Los implicados han aceptado los cargos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, enfrentando penas sustanciales de prisión y multas económicas conforme al Código Penal.
Por otro lado, en Madrid, Cundinamarca, el primer día del último mes trajo noticias de un impactante despliegue policial que llevó a la captura de nueve individuos presuntamente vinculados al control del microtráfico en el municipio. Gracias a la infiltración de agentes y exhaustiva vigilancia de más de un año, las autoridades pudieron detallar la operación de estos grupos denominados 'Los Proveedores' y 'Los del Callejón'.
El alcance de estas bandas, lideradas por alias Bolsón y alias Barbas, respectivamente, se extendía por lugares de alta vulnerabilidad como colegios y parques, abarcando áreas como Sosiego, Prosperidad, Loreto, Las Palmas, y los barrios Parques de Santa María, San José y San Carlos. Los capturados ahora enfrentan cargos y esperan juicio mientras las pruebas, incluyendo videos, interceptaciones y testimonios recolectados, solidifican el caso en su contra.
Este golpe a la estructura del narcotráfico en ambas localidades demuestra la persistencia y capacidad de las fuerzas del orden para combatir el crimen organizado, enviando un mensaje inequívoco sobre la intolerancia a la distribución de sustancias ilegales y el compromiso con la seguridad ciudadana. Las sustancias incautadas han sido remitidas a las autoridades competentes, marcando otro exitoso avance en la lucha contra el tráfico de drogas.
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