La final de la Copa América generó tensiones significativas en el sur de Bogotá. Pese a la derrota, se presentaron situaciones caóticas que pusieron en riesgo el orden público en varias zonas. Los sectores de Bosa, Kennedy y Soacha fueron los más afectados, requiriendo intervención policial.
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Según la Policía Nacional, se atendieron más de 9,800 llamadas al 123 y se registraron 1,565 alteraciones a la tranquilidad pública. En total, ocurrieron 1,322 riñas, todas ellas en la vía pública.
A pesar de que el distrito cubrió más de 140 frentes durante la jornada, las alteraciones al orden no se pudieron evitar en muchas áreas. Los vecinos reportaron múltiples disturbios, generando una preocupación generalizada.
En el centro de Soacha, la situación fue particularmente crítica. Los enfrentamientos violentos se intensificaron durante y después del partido, con el consumo de alcohol como principal factor desencadenante. Esto resultó en al menos tres fallecidos en la capital y diez personas lesionadas en Soacha. Las autoridades desplegaron un operativo para dispersar a los grupos que continuaban alterando la paz en horas de la madrugada.
El Secretario de Gobierno comentó desde el Parque Nacional: "Cerramos la jornada desde el Parque Nacional. Lamentablemente, la selección perdió, pero desde el Distrito logramos cubrir una jornada desafiante con 143 puntos de aglomeración activos. Seguimos trabajando, bajo el liderazgo de Carlos F. Galán, para que Bogotá camine segura".
El caos también afectó el transporte público, complicando la movilidad de los ciudadanos. Numerosos bogotanos se encontraron con andenes abarrotados, esperando por un servicio de transporte. Las filas para acceder al Sitp y Transmilenio se extendieron, dificultando el regreso a casa de muchos residentes.
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