En un esfuerzo por optimizar el servicio y reforzar la seguridad del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá, la Administración local junto a la Secretaría de Movilidad han anunciado próximos ajustes en las funcionalidades de la tarjeta TuLlave, a implementarse en los primeros meses de 2025. Estos cambios incluyen un incremento en las tarifas de pasaje, así como la introducción de un esquema de subsidios destinado a ciertos grupos de usuarios.
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Uno de los aspectos más sobresalientes de esta actualización es la decisión de Transmilenio de desactivar tarjetas TuLlave que no estén personalizadas o que no presenten un uso regular. Esto implica que aquellos usuarios que posean saldo en tarjetas no identificadas podrían enfrentar la posibilidad de perder sus fondos, ya que el sistema carece de mecanismos para reembolsar pasajes no registrados.
Para los usuarios que ya han personalizado su tarjeta, existe la tranquilidad de que, aunque no la utilicen frecuentemente, el servicio no será suspendido. Este enfoque busca incentivar a los ciudadanos a formalizar su uso del sistema mediante la personalización, agregando un nivel adicional de seguridad y control.
Proceso de Personalización Virtual de la Tarjeta TuLlave
La personalización de la tarjeta TuLlave no solo es una medida preventiva ante posibles bloqueos, sino que también brinda una serie de beneficios significativos. Entre ellos se incluyen la capacidad de bloqueo y recuperación de saldos en circunstancias de pérdida o robo. Para realizar este procedimiento, los usuarios tienen la opción de dirigirse a los puntos físicos de personalización o de optar por la comodidad del proceso virtual a través de la plataforma 'tullaveplus'.
Aquellos que elijan la vía digital deberán acceder al sitio web, donde encontrarán en la sección de accesos rápidos la opción para personalizar virtualmente su tarjeta. Es crucial seguir las instrucciones, crear un perfil con usuario y contraseña, y completar el formulario de registro. La activación de la cuenta será confirmada mediante un correo electrónico, esencial para continuar con el proceso.
Posteriormente, el paso final requiere que el usuario se acerque a una taquilla de TransMilenio. Esta acción es indispensable para completar la personalización, asegurando que la tarjeta incluya el nombre y número de identificación del usuario, lo que garantiza un uso seguro y eficiente del sistema de transporte.
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