Un discreto esquema de hurto operaba desde dentro de algunos conjuntos residenciales en Bogotá y Cundinamarca, llevado a cabo por un grupo de hombres que, a pesar de ser los supuestos guardianes del bienestar de las comunidades, aprovechaban su posición para cometer delitos. Este grupo se dedicaba a identificar casas vacías y facilitaban su robo, justamente el crimen que se supone deben prevenir.
Tras el rastreo de un total de 15 denuncias, la Fiscalía logró destapar la red criminal liderada por los autodenominados 'Los Seguros'; cuatro hombres que se infiltraron en diversos complejos residenciales como guardias de seguridad. El hilo conductor en la investigación fueron las evidencias de los robos, que llevaron a las autoridades a interceptar las comunicaciones de los supuestos vigilantes.
Las pruebas recopiladas por la Fiscalía incluyen audios de conversaciones entre los miembros del grupo en las que se planificaban los hurtos: “La casa número 31 está sola, en arriendo; yo sé cuáles casas tienen alarma y cuáles no”. De manera escalofriante, las grabaciones también revelan cómo se buscaba eludir cualquier sospecha de otros vigilantes no involucrados a través de sobornos sutiles.
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La Directora de Fiscalías de Bogotá, Leonor Merchán, develó que los miembros de 'Los Seguros' actuaban con premeditación, fotografiando cerraduras de las viviendas y compartiendo la información con el resto de la banda para facilitar el acceso silencioso. Los objetos más codiciados y seleccionados para ser robados eran joyas, relojes y equipos tecnológicos.
En una serie de allanamientos realizados por el CTI con el respaldo del Ejército Nacional, se confiscaron una serie de elementos incriminatorios. Estos incluyen armas de fuego, municiones de diferentes calibres, cinco radios de comunicación, dinero en efectivo tanto en dólares como en euros, lo equivalente a 34 millones de pesos colombianos, e incluso indumentaria de seguridad con logos de empresas del sector.
Además, los hallazgos también comprenden 16 relojes de varias marcas, chequeras, joyas, dispositivos móviles, tarjetas bancarias, llaves magnéticas, electrodomésticos y herramientas de cerrajería. A raíz de estos hallazgos, a los implicados se les imputaron los delitos de concierto para delinquir, y hurto calificado y agravado.
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