En un esfuerzo constante por socavar las actividades delictivas que afectan la seguridad nacional, el Ministerio de Defensa, liderado por Iván Velásquez, continua sus operativos sin haber establecido aún objetivos específicos de erradicación y confinamiento de narcóticos para el 2024. Esta ausencia de metas precisas no ha frenado las acciones de las Fuerzas Armadas, las cuales han logrado significativos resultados en su lucha contra las redes de narcotráfico.
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La intercepción de estos narcóticos ha prevenido la dispersión estimada de alrededor de 25 millones de dosis a mercados en diversos continentes, incluyendo América, Europa y Asia.
Más allá de confiscar drogas, el Ejército ha procedido a destruir infraestructura crítica para los carteles de droga, aniquilando un total de 244 laboratorios dedicados a la producción de estupefacientes y erradicando sobre 880,000 plantas de coca en etapa de semillero. Estas pérdidas materiales representan un duro golpe para las operaciones de los grupos armados ilegales.
El impacto económico de las operaciones militares sobre las finanzas de estos grupos es contundente, estimándose en $112 mil millones el daño ocasionado. Esta cifra refleja un debilitamiento importante en la capacidad operativa de las organizaciones criminales para financiar actos terroristas y cometer delitos contra civiles inocentes.
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