En un acto que refleja un profundo respeto por el patrimonio cultural, 60 preciadas piezas precolombinas han sido devueltas a sus países de origen desde una colección privada en Suiza. La singular colección, que había sido cuidadosamente curada por una familia durante más de sesenta años, abarca objetos de incalculable valor histórico y artístico provenientes de Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México y Perú.
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En el centro de esta notable restitución se encuentra la voluntad del propietario de la colección, quien expresó su deseo de que estas piezas fueran devueltas a sus respectivos países para fines de exhibición y estudio. Este acto no solo destaca el valor intrínseco de estas obras, sino también la importancia de preservar y estudiar el legado cultural de las civilizaciones precolombinas.
Entre los objetos devueltos, se encuentran 13 tunjos colombianos, figuras que desempeñaban un papel esencial en las ceremonias y ofrendas de las culturas precolombinas, marcando eventos significativos o solicitando protección y guía divinas. La colección también presenta una escultura de terracota de la cultura Tumbas de Tiro en México, que data de aproximadamente 1.500 años y es reconocida por su excepcional calidad artística.
Otra pieza destacada es una figura de un sacerdote de la cultura Huetar en Costa Rica, tallada en piedra volcánica y representando un sacrificio humano. Este acto, de gran importancia en varias culturas precolombinas, tenía el propósito de mantener el equilibrio entre el mundo terrenal y el celestial. Además, una vasija de la cultura Nazca del Perú, que se destaca por su refinamiento, colores vivos y motivos naturalistas, también forma parte de esta devolución.
La Federación Oficial de Cultura de Suiza ha jugado un papel esencial como intermediario en el proceso de restitución, facilitando el contacto entre el coleccionista y las representaciones de los países beneficiados. Este acto no solo subraya el compromiso de la federación con la preservación del patrimonio cultural mundial, sino también la creciente conciencia y responsabilidad compartida en proteger las reliquias de nuestro pasado compartido.
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