La comunidad diabética en Colombia enfrenta un reto significativo debido a la interrupción en el suministro de insulina, un medicamento esencial para muchas personas en el país. Este contratiempo ha generado preocupaciones en el sector salud y ha llevado a la hospitalización urgente de pacientes, según reportes de la Fundación de Pacientes con Diabetes. La escasez se atribuye a demoras en la cadena de distribución de la insulina Lantus (Glargina), producida en Alemania por la farmacéutica Sanofi, lo que ha suscitado un llamado urgente para encontrar soluciones efectivas.
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Respondiendo a esta crisis, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha dialogado con representantes de Sanofi para explorar alternativas que mitiguen este desafío. Sanofi ha reconocido retrasos en los envíos de Lantus, comprometiéndose a la llegada de nuevos lotes del producto a Colombia en breve.
El Ministerio de Salud ha sido proactivo en comunicar la situación del abastecimiento en el país, destacando un problema particular con la insulina glargina de Sanofi, que domina el 97% del mercado de esta insulina en Colombia. Esta situación ha llevado a clasificar el medicamento en “riesgo de desabastecimiento”, priorizando trámites para las autorizaciones de importaciones y mitigar así la escasez.
La situación no es uniforme para todos los tipos de insulina disponibles en el mercado colombiano. De las nueve insulinas comercializadas, tres figuran en el listado de abastecimiento del Invima a corte de febrero de 2024. Además de la insulina glargina, otro producto bajo vigilancia es la insulina Lispro (Humalog 100 U/ML) de Sanofi, y la insulina degludec (Tresiba 100 U/ML), comercializada por Novo Nordisk, ambas en estado de monitorización por las autoridades sanitarias.
Novo Nordisk, otro actor clave en el mercado de la insulina, ha asegurado el abastecimiento de otros de sus productos, como la insulina detemir (Levemir), insulina aspartato (Novorapid), e insulina degludec+liraglutida (Xulthopy), presentando una situación más estable en cuanto a su disponibilidad.
A pesar de estos esfuerzos, el Ministerio de Salud advierte sobre la posibilidad de novedades comerciales que podrían afectar la relación entre proveedores y compradores de estos medicamentos esenciales. La concentración del mercado en manos de pocos titulares registrales como Sanofi y Novo Nordisk, eleva el riesgo de afectaciones en la disponibilidad de insulina ante problemas con estos fabricantes, dejando a los pacientes en una posición vulnerable.
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