Frente a un cielo despejado que poco presagia la necesidad de agua en tierras áridas, el Ejército de Colombia se ha convertido en el inesperado aguacero para las comunidades rurales de Valledupar, en Cesar, y de los municipios de Barrancas, Fonseca y Distracción en La Guajira. A través de una operación denominada "Operativo Hidratación", se ha llevado a cabo un transporte significativo de 180 mil litros de agua para sustentar a la vida y la cotidianidad de estas áreas.
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La sequía no distingue entre flora, fauna o seres humanos, razón por la cual, la intervención del cuerpo militar ha ido más allá de un simple suministro del vital líquido. Este esfuerzo también ha conllevado a la realización de tareas fundamentales de limpieza y conservación de fuentes hídricas naturales.
Los pobladores de los resguardos indígenas Yunyumena y Tezhunke, pertenecientes al pueblo Wiwa, son el corazón de esta misión. Residiendo en las zonas de la Sierra Nevada de Santa Marta, estos resguardos se han encontrado en una situación precaria debido a las altas temperaturas que han mermado su acceso al agua.
La misión, liderada por el Coronel Elver Benítez Camargo, comandante del Batallón de Ingenieros de Movilidad 70, resalta la prioridad de la institución por contribuir al bienestar de la población. En palabras del comandante Benítez, este es un apoyo sólido a las autoridades regionales para permitir que la población realice sus actividades diarias, incluida la preparación de alimentos, con la tranquilidad que proporciona el acceso al agua.
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