Con una visión de futuro y comprometida con la investigación marina y el estudio del cambio climático, Colombia ha inaugurado su primer buque oceanográfico enteramente desarrollado y construido a nivel nacional, el ARC Simón Bolívar, que hoy se embarca en su primera misión oficial, poniendo rumbo a la Antártida. Esta moderna embarcación, fruto de una colaboración que comenzó en 2019 entre ingenieros navales colombianos y el conocimiento técnico de la compañía europea Damen, es un testimonio de ingeniería nacional que ve la luz tras el retiro de dos veteranas embarcaciones con más de dos décadas de servicio.
El ARC Simón Bolívar, con sus 83 metros de eslora y 16 de manga, es el buque científico más avanzado y de mayor envergadura jamás construido en Colombia. Su diseño se alinea con la última tecnología, incluyendo un casco ICE clase 1C y un puente de mando con visibilidad de 360 grados, preparado para enfrentar los retadores mares del continente antártico.
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Este centro científico marino es también un hogar para submarinos y robots especializados en investigaciones geofísicas, oceanográficas e hidrológicas. Sus modernos laboratorios se han diseñado para la clasificación y conservación de muestras, y su infraestructura es capaz de realizar pruebas especiales de comportamiento de fauna y flora bajo diversas condiciones de temperatura.
El almirante Francisco Cubides, comandante de la Armada, subraya la importancia del buque para las investigaciones climáticas, especialmente para entender fenómenos como El Niño y La Niña. Las anteriores embarcaciones, patrulleras oceánicas convertidas para la investigación, no ofrecían las condiciones óptimas que el ARC Simón Bolívar garantiza.
La Décima Expedición de Colombia en la Antártida, que se inicia este jueves 14 de diciembre desde Buenaventura, Valle del Cauca, con noventa personas a bordo, se prepara para abordar una serie de experimentos cruciales en un medio ambiente extremo. El papel de Colombia en la Antártida se centra en la investigación estratégica del cambio de temperatura de los océanos y el impacto en la vida silvestre. Más de 40 naciones colaboran en el estudios del continente blanco, considerado el corazón del mundo climático.
El capitán Jahir Andrés Robledo, comandante del buque, destaca la navegabilidad y la completa dotación tecnológica de la nave, que permite a los expertos de diversas especialidades desarrollar investigaciones de salud, geología y biología en un entorno equiparable a los laboratorios más avanzados en tierra.
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