Los incendios forestales, reconocidos generalmente por su potencial destructivo, también suscitan un debate menos conocido sobre sus efectos benéficos en ciertos ecosistemas. Este fenómeno, de naturaleza compleja y con variados impactos, ha sido abordado por el Profesor Stijn Hantson de la Universidad del Rosario, quien comparte su conocimiento sobre las múltiples caras del fuego en las distintas biomas.
La pérdida de especies clave, como los frailejones durante los incendios, marca una problemática en términos de biodiversidad. No obstante, la relación entre fuego y ecosistemas no es unilateral. En áreas como la sábana, los incendios podrían incluso favorecer el balance entre especies vegetales, fomentando la coexistencia armoniosa entre árboles y pastos. Pero, ¿qué efectos son realmente positivos y cuáles son catastróficos?
“Incluso dentro de la comunidad científica, hemos tenido una percepción simplista del fuego. Algunos ecosistemas han coexistido con el fuego durante millones de años, haciéndose no solo resistentes sino dependientes de su presencia para su regeneración”, explica Hantson. Esta coevolución con el fuego sugiere que no siempre es el villano de la historia ecológica.
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El problema radica en la influencia de las actividades humanas, como la introducción de plantas exóticas —pino, eucalipto, acacia— que pueden exacerbar la intensidad de los incendios. Las dinámicas naturales del fuego en lugares como el Páramo de Berlín se ven perturbadas, y aunque estudios recientes sugieren que los incendios naturales pueden ser una parte integral de estos ecosistemas, la adaptación de la vegetación autóctona sigue siendo una incógnita.
Los esfuerzos de los bomberos son cruciales en el combate contra las llamas, pero la mirada debe estar también en la prevención. Los impactos inmediatos de un fuego intenso incluyen la destrucción de la cobertura vegetal y la erosión significativa del suelo, problemas acentuados en áreas que ya luchan con la escasez de vegetación nativa.
Ante este panorama, Hantson subraya la importancia de la restauración ecológica, una estrategia de amplio espectro que no solo busca incrementar la biodiversidad y conservar los suelos, sino también mejorar el suministro hídrico y disminuir el riesgo de futuros incendios. Esta medida no es una solución rápida sino un proceso que requiere planificación y visión a largo plazo, en aras de una recuperación sostenible y duradera.
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