En una revelación que destaca el estado de la salud pública en Colombia, un estudio reciente de la Contraloría subraya que de 29 Entidades Promotoras de Salud (EPS) activas, solo cinco se encuentran completamente alineadas con las normas de reserva técnica impuestas por el gobierno. Este hallazgo ofrece un indicio de estabilidad financiera y aptitud operativa dentro de un grupo selecto de EPS, que contrasta con el panorama más amplio de desafíos que enfrenta el sector.
Las 26 EPS evaluadas ofrecieron una visión del manejo de fondos estatales destinados a la atención de pacientes, con solo dos EPS grandes y tres pequeñas demostrando una gestión adecuada. Estas entidades no solo cumplen a cabalidad con las obligaciones legales, sino que también evitan riesgos de liquidación o intervención gubernamental.
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El análisis realizado destacó el régimen de inversión de las reservas técnicas como un pilar crítico para la sostenibilidad del sistema de salud. Esencialmente, estas reservas funcionan como un seguro de liquidez, asegurando recursos disponibles para el cuidado de los pacientes y mitigando el riesgo de insolvencia.
En contraste, 21 EPS incumplieron con el manejo efectivo de las reservas técnicas, acumulando una deuda colectiva de 12.4 billones de pesos. De la cantidad adeudada, solamente una fracción (1.3 billones) se sustenta en inversiones, lo que representa un punto de alarma para los reguladores y beneficiarios del sistema de salud.
El informe de la Contraloría también arroja luz sobre el desempeño financiero general de estas cinco EPS, con Salud Total destacándose al cumplir con los indicadores de liquidez y solvencia, reflejando una capacidad de solventar sus deudas de más de 738 mil millones de pesos. Por otro lado, EPM muestra una capacidad de solvencia que garantizaría la cobertura de sus pasivos en caso de liquidación.
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