El desgarrador caso fue detectado en Santa Rosa de Cabal, Risaralda. La propia madre y el padrastro de los niños, hijos de la mujer, los torturaban y sometían a graves maltratos según pudo comprobar la Policía.
Del caso se enteraron las autoridades mediante información suministrada por los vecinos, quienes sospechaban de lo que estaba ocurriendo. No podían permanecer ajenos a las aterradoras súplicas del par de hermanitos, niña y niño de 5 y 4 años, para que no los siguiera sometiendo a los suplicios.
Cuando ingresaron los uniformados al sitio que les servía de hogar, lo primero que vieron fue un espantoso escenario con claras evidencias de los increíbles maltratos de que eran objeto el par de infantes.
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La niña, con notable evidencia de golpes en buena parte de su cuerpo, ofrecía una mirada que no ocultaba su terror. Al otro lado de un mueble que hacía las veces de cama dentro de la misma habitación, se hallaba postrado su hermanito de 4 años. Tenían sus brazos atados por detrás.
Madre consentía maltrato a sus hijos
Él dijo algunas palabras que, en medio de su inocencia, delataban con toda claridad a su progenitora y el compañero sentimental de esta. Lo que observaron conmovió de manera importante a los uniformados; las agentes se apresuraron a desatar el niño mientras tomaban registro gráfico de lo que hallaron en el sitio.
Tenían que dejar evidencia contundente que no pudiera dejar espacio para que la administración de justicia dejara en libertad a madre y padrastro, presuntos responsables de grave maltrato a menores de edad.
Lo sucedido era de tal magnitud que atrajo la atención de la mayoría de los medios de comunicación del país. También, las redes sociales se vieron inundadas por mensajes de los cibernautas. Los mensajes no ocultaban su profundo malestar por el comportamiento de la pareja de torturadores.
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Reporte de las autoridades
Según fuentes policiales, la captura se llevó a cabo en el barrio San Vicente, luego de que un informante alertara a las autoridades sobre los atroces actos perpetrados contra los niños en su propia residencia.
Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con una escena desgarradora: la niña de 5 años tenía quemaduras provocadas por la estufa y varios hematomas. El niño, de 4 años, estaba amarrado y mostraba múltiples hematomas en el rostro y otras partes del cuerpo.
Tras la detención de la madre, de 28 años, y el padrastro, de 26, por los delitos de violencia intrafamiliar y lesiones personales, los niños fueron trasladados de inmediato al centro de salud local. Allí recibieron atención médica y luego pasaron a completa protección de los organismos correspondientes.
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El Departamento de Policía Risaralda condenó enérgicamente estos actos de violencia; subrayó la importancia de denunciar cualquier forma de maltrato. La captura de la pareja habilitó un mensaje contundente en el sentido de que “no será tolerado” el maltrato infantil, y que quienes lo perpetren enfrentarán las consecuencias legales correspondientes.
Lo sucedido generó indignación y repudio en la comunidad nacional que no termina por creer que hechos de este tipo estén ocurriendo en el país. Ahora, bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), los pequeños esperan encontrar un hogar de paso donde puedan comenzar su proceso de recuperación emocional y física.
Paralelamente se supo que las autoridades adelantan investigaciones en el propósito de establecer si otras personas se encentran involucradas en los delicados sucesos.
