En un inesperado giro dentro del Gobierno colombiano, el presidente Gustavo Petro tomó la decisión de solicitar la renuncia de su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. De ello se supo mediante la comunicación del Jefe de Estado emitida en su cuenta de la red social X. Este anuncio desató una serie de reacciones y especulaciones, luego de que se hiciera pública la carta de renuncia del economista, pocas horas después de la declaración inicial del presidente.
El ahora exministro Bonilla había estado al frente de una ambiciosa propuesta de reforma tributaria, destinada a enfrentar el presupuesto deficitario proyectado para 2025. Sin embargo, su gestión se vio empañada por acusaciones de corrupción que han captado la atención mediática y pública. En un contexto de tensión, Bonilla también denunció presunta injerencia indebida de un hijo del presidente y del titular de Ecopetrol en contratos del Estado, situación que complicó aún más su permanencia en el cargo.
A pesar de estas acusaciones, el presidente Petro ha defendido enérgicamente a Bonilla, destacando su integridad y lealtad. En un extenso trino, el mandatario expresó su reconocimiento hacia el economista no solo como un colega honesto sino también como un pilar en la recuperación económica de Colombia. En sus propias palabras, el presidente aseveró que la salida de Bonilla no responde a una presunción de culpabilidad, sino más bien a una presión política que busca desestabilizar su administración.
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Poco después del pronunciamiento del presidente, la carta de renuncia irrevocable de Bonilla se hizo pública, en ella, el economista manifestó su intención de asumir su defensa legal como un ciudadano más, sin el respaldo del cargo público. Bonilla sostuvo que siempre ha respetado las investigaciones de la Fiscalía y que es momento de enfrentarlas sin la investidura de su puesto.
Las controversias que envolvían a Bonilla alcanzaron un punto álgido con declaraciones de tres exfuncionarios que lo acusaron de intentar direccionar contratos a personas designadas por seis congresistas. A cambio, estos congresistas habrían prometido facilitar la aprobación de créditos necesarios para la administración. Entre los denunciantes se encuentran Olmedo López, exdirector de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD), su exmano derecha Sneyder Pinilla, y María Alejandra Benavides, exasesora de Bonilla. Estas afirmaciones han puesto en jaque la credibilidad del exministro.
Las acusaciones destacan una posible confusión en el rol de Bonilla, describiendo la situación no como un enriquecimiento indebido, sino como un intento de obtener apoyo legislativo para medidas fiscales que el Gobierno considera cruciales. El presidente Petro ha contrarrestado estas acusaciones señalando que nunca se otorgaron "cupos indicativos" a congresistas, una práctica cuestionada desde la llegada de su administración.
Por su parte, Bonilla, en su comunicado de renuncia, reafirmó su inocencia, rechazando haber incurrido en compra de silencios, votos o compromisos parlamentarios. Aseguró su salida con la frente en alto y la convicción de probar su inocencia ante las autoridades.
Carta que presentó Bonilla
La salida de Bonilla se produce en un momento crítico para las finanzas del país. La administración Petro había puesto en manos del entonces ministro la misión de sacar adelante la ley de financiamiento que buscaba corregir el déficit fiscal proyectado. La noticia de su salida genera incertidumbre sobre el futuro de esta iniciativa, vital para el equilibrio económico y social del país.
El escenario legislativo no es sencillo, con un Congreso en el que no se perfilan mayorías claras. Las reformas clave, como la tributaria y la de financiamiento, enfrentarán complejos desafíos en su tránsito hacia la aprobación. Hasta ahora, el Gobierno ha experimentado tanto victorias como derrotas en el recinto parlamentario, y la ausencia de Bonilla podría complicar aún más la consecución de los objetivos fiscales de la administración. La expectativa gira ahora en torno a quién asumirá la tarea de liderar el Ministerio de Hacienda en este contexto de transformación política y económica en Colombia.