En un movimiento sin precedentes, el Gobierno del presidente Gustavo Petro consolidará en el 2024 un amplio y meticuloso programa de austeridad. Este cambio progresista busca incrementar radicalmente la eficiencia y efectividad en el manejo de los fondos estatales y estará respaldado por un presupuesto contemplado en 502,6 billones de pesos.
Del presupuesto total, el funcionamiento del gobierno se llevará 308,2 billones de pesos, mientras que el servicio de la deuda nacional absorberá 94,5 billones de pesos. Por otro lado, la suma destinada para inversiones será de 99,9 billones de pesos.
Las directrices de austeridad incluirán una serie de reformas y políticas dedicadas a optimizar los recursos y servicios públicos. Cada entidad gubernamental se enfrentará al desafío de justificar sus gastos y medidas, reportando cada seis meses los logros en materia de economía. Los puntos focalizados serán:
- Las reformas en la planta de personal filtrarán cualquier cambio no esencial, exigiendo que este sea sin costo adicional o que represente un ahorro.
- Un énfasis en la gestión horaria trabajará para eliminar gastos innecesarios, promoviendo un sistema de vacaciones eficiente y sin acumulaciones prolongadas.
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- El uso de instalaciones físicas y mantenimiento de bienes solo se realizará bajo estricta necesidad, y el traslado de entidades será limitado.
- Las reuniones virtuales serán la norma, reservando los eventos presenciales para sedes institucionales para evitar costos extras.
- Los viajes aéreos adoptarán medidas de austeridad, reservando la clase ejecutiva solo para viajes de ministros superiores a ocho horas.
- La Unidad Nacional de Protección y la Dirección de Protección de la Policía Nacional harán una evaluación rigurosa de los esquemas de seguridad para reducir gastos.
- La implementación de tecnología avanzada como cámaras y alarmas buscará optimizar la seguridad sin recurrir a gastos excesivos.
- La adquisición de vehículos será restringida y estará sujeta a estudios de obsolescencia y ahorro comprobado.
- Se eliminará la publicidad gubernamental redundante y la impresión excesiva de materiales promocionales.
- El uso de papelería y telefonía será reemplazado por medios digitales siempre que sea posible, promoviendo la reducción, reutilización y reciclaje.
- La suscripción a publicaciones y bases de datos se hará bajo un criterio estrictamente necesario.
- Se limitarán las ceremonias oficiales y se prohibirá la realización de eventos que no respondan a compromisos protocolarios o internacionales esenciales.
- Quedarán prohibidas las distinciones honoríficas con coste y se restringirá la contratación de estudios y diseños onerosos.
Este plan de austeridad no solo reconfigura la relación entre los recursos públicos y su administración, sino que también sienta las bases para un modelo de gobierno más sostenible y consciente. El gobierno se compromete a liderar con el ejemplo y cada entidad tendrá que adaptarse a estas medidas para lograr una gestión pública que rinda cuentas y sea económicamente viable. La vigilancia de su cumplimiento respaldará la transparencia y la responsabilidad, cobijando la confianza de la población en su gobierno.
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