En una novedosa iniciativa nacional, el Ministerio de las Culturas, los Artes y los Saberes, junto con la Fundación Nacional Batuta, ha lanzado el programa Sonidos de Esperanza, destinado a propiciar un cambio positivo en las comunidades a través del poder unificador de la música. Este programa promete una cobertura en los 32 departamentos de Colombia, alcanzando a 18.500 niños, niñas y jóvenes de 86 municipios.
El programa incorpora la enseñanza musical y el apoyo psicosocial, enfocado en la población de 6 a 17 años, con especial atención en aquellos afectados por el conflicto armado y en comunidades vulnerables. Su diseño se compone de dos vertientes fundamentales para el desarrollo humano y artístico:
1. Iniciación Musical General: a través del enfoque en ensamble y coro, dirigido a fomentar habilidades esenciales en los participantes, utilizando repertorios autóctonos de Colombia y de la región latinoamericana.
2. Formación Inclusiva: ofreciendo oportunidades para niños y jóvenes con capacidades diversas, el programa tiende puentes hacia el empoderamiento de sus habilidades físicas y sensoriales.
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Sonidos de Esperanza no es meramente una escuela de música, sino una plataforma de transformación social que busca desarrollar y promocionar el goce de los derechos culturales en la juventud. "... la música como herramienta de transformación y la práctica musical colectiva como un laboratorio social”, afirma Catherine Surace, directora académica de la Fundación Nacional Batuta, destacando el impacto esperado del programa.
El proceso de inscripción ya está abierto para todos los interesados. Las familias pueden realizar la inscripción en el Centro Musical Batuta más cercano, detallado en la página web oficial www.fundacionbatuta.org, una plataforma que sirve como punto de encuentro para los aspirantes al programa.
La iniciativa Sonidos de Esperanza también tiene la mirada puesta en la excelencia educativa, con el objetivo de complementar la formación musical que puedan estar recibiendo los beneficiarios, y así, ampliando sus horizontes para un futuro prometedor dentro y fuera del campo de la música. Con la sinergia entre el arte y el apoyo social, Sonidos de Esperanza está configurado para ser un referente dentro de las políticas de intervención cultural-educativa en el país, generando no solo música, sino esperanza y un cambio significativo en la vida de miles de jóvenes colombianos.
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