Después de un primer intento no exitoso el domingo 8 de octubre, la administración del presidente Gustavo Petro y la disidencia de las antiguas FARC, ahora conocida como Estado Mayor Central (EMC), se disponen este lunes a establecer una mesa de diálogo. La intención es lograr un cese al fuego bilateral que se proyecta hasta el 16 de enero de 2024.
El acto de este lunes, que es mucho más discreto que el anterior, estaba programado para las 9 a.m. en el club El Barquito en Tibú, Norte de Santander. Sin embargo, hasta ahora no ha comenzado. La seguridad del evento está a cargo de la guardia campesina de Asuncat y la guardia indígena de la comunidad motilón barí.
Hay rumores de tensiones en los diálogos a pesar de la confirmación de Camilo González Posso, coordinador de la delegación de gobierno de que se llevaría a cabo. Según diversas fuentes consultadas por Colombia+20, las tensiones se deben a posibles cambios de última hora por parte del Gobierno en las condiciones para el cese al fuego, la misma causa por la que se pospuso la instalación hace una semana.
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Ya están llegando algunos miembros de las delegaciones al sitio del acto. Entre ellos está Andrey Avendaño, jefe del equipo negociador de las disidencias, quien subrayó que la dirigencia del Estado Mayor Central de las FARC ha ordenado respetar a la población civil.
El presidente Petro hizo comentarios sobre el asunto este lunes. En su cuenta oficial, el mandatario manifestó: “Colombia hoy espera dar un mensaje de Paz desde el interior mismo de sus sociedad”. Petro también pidió “máxima responsabilidad” a los combatientes del EMC durante su discurso el domingo, enfatizando que “la responsabilidad es con la historia de Colombia y hoy es un mensaje de coherencia al mundo. El conflicto se soluciona hablando”.
Después de suspender la instalación de la mesa y el cese al fuego, el único anuncio importante de ese domingo 8 de octubre fue la suspensión bilateral de operaciones ofensivas. Esta medida se puso en marcha el martes pasado y se mantendrá vigente hasta la medianoche de este lunes, cuando se espera que comience el cese al fuego.
Desde la suspensión, algunos miembros de ambas delegaciones han permanecido en Tibú para continuar las negociaciones y ajustar los detalles en preparación para un nuevo intento de instalación. Camilo González Posso, de la delegación del Gobierno, viajó a Bogotá el lunes para mantener un encuentro con el presidente Petro y proporcionar un informe.
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