La Academia de Historia de Cundinamarca cumple 115 años preservando nuestra identidad cundinamarquesa, un aniversario muy especial este año para esta institución.
Hace exactamente 115 años, el 27 de mayo, se fundó esta noble institución que ha dejado una huella imborrable en la historia cultural de Cundinamarca.
Fue gracias al Decreto No. 131, emitido por el gobernador del departamento de Quesada, Don Manuel Brigard, que esta academia vio la luz por primera vez. La solicitud la hizo la Academia Nacional de Historia.
En sus primeros años, la academia estableció su sede en el municipio de Zipaquirá, donde se le conocía como el "Centro de Historia de Quesada".
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Academia de Historia, identidad de Cundinamarca
Su importancia y relevancia crecieron con el tiempo, y para fortalecer su base jurídica, la academia experimentó un renacimiento gracias a la Ordenanza 47, promulgada el 29 de diciembre de 1969.
Desde entonces, la academia ha consolidado su posición como un baluarte de la preservación y difusión del patrimonio histórico y cultural de la región.
A lo largo de su destacada trayectoria, la Academia de Historia de Cundinamarca ha desempeñado un papel fundamental.
Su importancia radica en la investigación, recopilación y salvaguardia de valiosos testimonios, documentos y relatos que arrojan luz sobre la evolución y las raíces de esta tierra cundinamarquesa.
Su incansable labor ha permitido construir un sólido acervo histórico que ha enriquecido el conocimiento de la comunidad local y nacional.
Compromiso con el estudio y la enseñanza
La academia ha demostrado un firme compromiso con el estudio y la enseñanza de la historia.
A través de numerosas publicaciones, conferencias y actividades académicas, ha logrado difundir el conocimiento histórico y despertar el interés de las personas por su pasado.
Además, la academia se ha convertido en un espacio propicio para el intercambio de ideas y la formación de historiadores comprometidos con el legado de Cundinamarca, su pasado y futuro.
Con el propósito de acercar la historia a los cundinamarqueses, la Academia de Historia de Cundinamarca ha desarrollado proyectos educativos en colaboración con instituciones educativas y culturales de la región.
A través de talleres, exposiciones y visitas guiadas, la academia ha brindado a niños, jóvenes y adultos la oportunidad de sumergirse en la riqueza histórica de su entorno.
Sentido de pertenencia y orgullo
Estas iniciativas han despertado un sentido de pertenencia y orgullo por la herencia cultural de Cundinamarca.
En este aniversario tan significativo, la academia renueva su compromiso de trabajar incansablemente para mantener viva la llama del pasado y garantizar que las generaciones futuras tengan acceso a su historia.
La investigación, la preservación y la difusión del legado cundinamarqués seguirán siendo los pilares fundamentales de esta institución emblemática.
La Mesa Directiva de la Academia de Historia de Cundinamarca, con destacados miembros de la comunidad académica, trabajan arduamente para guiar y respaldar las actividades y asegurarse de cumplir su misión.
Mesa directiva de la Academia
Encabezan estos esfuerzos el liderazgo del Académico presidente, Ernesto Campos García, y el vicepresidente, Germán Caballero Herrera.
La academia cuenta con el apoyo de la secretaria, Ruth Marlene Bohórquez Delgado, el Fiscal, Héctor Horacio Chimbí Matiz, y la Tesorera, Académica de Número, Ana Derly Novoa.
También hacen parte, el jefe de Relaciones Públicas, Luis Henrique Gómez Casabianca, el director del Boletín, Gonzalo Garavito Silva, y el Bibliotecario, José Arcelio Gómez Prada. Juntos.
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Investigación y difusión del patrimonio histórico
La Academia de Historia de Cundinamarca continúa siendo una institución de referencia en la investigación y difusión del patrimonio histórico y cultural de la región.
Su labor incansable seguirá enriqueciendo el conocimiento y fomentando el amor por la historia entre los ciudadanos de Cundinamarca.
En este sentido, la Academia de Historia de Cundinamarca desempeña un papel crucial en la preservación de la identidad cultural de la región. Su legado perdurará en el tiempo como una valiosa contribución al patrimonio histórico de Colombia.
