Cundinamarca, octubre 10 de 2024. Con el objetivo de revitalizar el sector agrícola que ha sufrido los embates del clima en el primer semestre del año, se ha consolidado un acuerdo estratégico que destina $145.000.000 millones para apoyar a pequeños productores. Este pacto busca ser una solución ante los retos que plantea el cambio climático para la agricultura local.
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Los municipios que recibirán este respaldo son Pacho, Simijaca, Susa, Gachancipá y Villapinzón. En ellos, se implementará un plan centrado en la entrega de insumos agrícolas cruciales, como semillas, enmiendas y fertilizantes. Estas acciones están dirigidas a la renovación de praderas y la instalación de bancos de forraje, de acuerdo con Marcos Alberto Barreto, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
Lo innovador de este memorando de entendimiento es que se mide el impacto no por el número de campesinos beneficiados, sino por las unidades productivas en fanegadas. Este enfoque asegura una intervención más extensa en superficie y eleva la capacidad de respuesta ante el cambio climático.
La propuesta es parte del objetivo 16 del Plan de Desarrollo Departamental (PDD) “Gobernando, más que un plan”, alineándose con la meta de producto No. 016, diseñada para asistir a 80 municipios en gestión del riesgo y adaptación climática.
Específicamente, el plan prevé la intervención de cinco hectáreas en cada municipio seleccionados para establecer bancos de forraje. Estos permitirán el abastecimiento de alimento para el ganado en momentos críticos, como durante los fenómenos de El Niño y La Niña, cuando la disponibilidad de pasto se ve comprometida.
Además de garantizar el alimento, los bancos de forraje reducirán la dependencia de los agricultores en alimentos concentrados costosos, contribuyendo a la sostenibilidad económica del sector.
El acuerdo, por tanto, busca no solo una respuesta a corto plazo, sino también sentar las bases para un desarrollo agrícola más resiliente frente a futuros desafíos climáticos. La implementación de estas medidas representa un paso significativo hacia la estabilidad agropecuaria de la región.
Con esta iniciativa, se pretende crear un precedente positivo para la gestión y adaptación en la agricultura, un sector vital para la economía de Cundinamarca y del país en general.
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