El incremento acelerado de precipitaciones ha llevado a las autoridades de Cundinamarca a reforzar las medidas de seguridad y gestión del riesgo en diversas regiones del departamento. Según datos recientes del IDEAM, este mes de marzo registrará lluvias con un 40% más de intensidad respecto al promedio, lo que plantea escenarios potenciales de emergencias ambientales.
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En ciudades y municipios clave se han identificado situaciones críticas. Entre estas se destacan:
• Guaduas: presencia de inundaciones en sectores urbanos por crecidas repentinas de quebradas.
• Quipile: registro de deslizamientos de tierra que han comprometido la integridad de viviendas.
• Soacha: inundaciones concentradas en Ciudadela Sucre, producto del desbordamiento de la quebrada Tibanica.
• Tocaima: alerta por crecientes súbitas, especialmente en la quebrada Cachimbula.
• San Francisco, La Vega y Nocaima: vigilancia activa de los ríos frente a las intensas precipitaciones.

Las autoridades enfatizan la importancia de contar con protocolos de prevención y respuesta. En este marco, la Gobernación y la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres han intensificado su monitoreo y coordinación con organismos de socorro, buscando minimizar las afectaciones en las áreas más vulnerables.
Este ajuste en la operatividad institucional se fundamenta en un análisis constante de la situación climática y en la priorización de la seguridad ciudadana. Las previsiones meteorológicas sugieren la posibilidad de eventos extremos, lo que ha llevado a revaluar los planes de emergencia.
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