La Policía de Bogotá demostró su eficacia al responder prontamente a un incidente de asalto en la localidad de Usaquén. El domingo reciente, la tranquilidad de la calle 116 con carrera 17 fue interrumpida cuando un ciudadano de los Estados Unidos se convirtió en víctima de un robo a mano armada. El extranjero, amenazado por tres asaltantes, se vio obligado a entregar sus pertenencias, entre ellas, un celular iPhone 11.
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La rápida acción del afectado, quien alertó a una patrulla policial en su labor de vigilancia, fue crucial para activar un operativo que llevó a la captura de los malhechores. Equipados con un arma de fuego y un arma blanca, estos sujetos fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía para enfrentar cargos por hurto y lesiones personales, dadas las heridas no graves que sufrió la víctima en el hombro y estómago.
Este incidente destaca en un contexto donde la administración distrital informa una reducción significativa en los casos de hurto en la capital. Según datos proporcionados, en lo que va del año se ha registrado un decremento del 26% en denuncias en comparación con el año anterior, incluyendo un notable descenso del 46% en hurtos de celulares, equivalente a 7.160 denuncias menos.
Sin embargo, la organización Bogotá Cómo Vamos señala la necesidad de una interpretación cuidadosa de estas cifras. Aunque la reducción en las denuncias podría sugerir una mejora en la seguridad, la complejidad de medir el delito de hurto basándose solo en reportes denunciados plantea interrogantes sobre la verdadera dimensión de este flagelo.
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