En un dramático caso que conmociona a la localidad de Kennedy, al sur de Bogotá, las autoridades intensifican la búsqueda de un hombre señalado de ser el responsable de una violenta agresión hacia dos niños, que resultó en la trágica muerte de uno de ellos. El hecho ocurrió en una vivienda del barrio María Paz, generando una oleada de indignación entre los vecinos, quienes han llevado a cabo manifestaciones para reclamar justicia por Samuel José Sosa, un niño de apenas dos años, y por su hermano, de tres años y medio, quien sigue en estado crítico en el hospital del Tintal.
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El incidente salió a la luz cuando vecinos y amigos de la familia relataron el angustioso momento en el que la madre de los niños descubrió el crimen. Según Carlos Vargas, uno de los primeros en llegar a la escena, la madre, al regresar de su trabajo, se vio forzada a buscar una llave de repuesto al percibir los llantos de su hijo mayor, ya que nadie respondía en el interior de la vivienda. Al ingresar, fue recibida por una imagen desgarradora: su hijo menor sin vida sobre la cama, con visibles signos de violencia.
Vargas describió a Noticias Caracol cómo la madre, invadida por el pánico, se encontró con su hijo completamente desnudo y con serias contusiones en el rostro. A pocos metros, en un rincón, el segundo niño se encontraba ileso del ataque, pero emocionalmente perturbado al presenciar la escena. Vargas, conmovido por la situación, tomó al pequeño para protegerlo de un mayor trauma, llevándoselo a su vivienda momentáneamente.
Al regresar junto a las autoridades para atender al menor, Vargas cuenta que el niño no paraba de repetir: "Mató a mi hermanito". Este desgarrador testimonio ofrece una clave crucial en la investigación y añade urgencia al llamado de la comunidad por justicia. El pequeño, actualmente bajo atención médica, continúa luchando contra las secuelas físicas de la agresión.
La madre de los menores, quien recientemente se había mudado al barrio y trabajaba como guardia de seguridad, enfrenta no solo su dolor personal, sino también la presión de una comunidad que demanda respuestas y medidas efectivas contra el presunto responsable. Este individuo, de quien se sabe es oriundo de Valledupar y de 28 años, compartía residencia con la familia.
La comunidad de María Paz ha movilizado sus esfuerzos para visibilizar el caso y ha difundido la imagen del sospechoso a través de redes sociales, presionando a las autoridades para que actúen con celeridad. Hay preocupación por la aparente falta de acción oficial respecto a la difusión de la imagen del presunto agresor, lo que ha alimentado la frustración y el enojo entre los residentes.
Hasta ahora, no se ha anunciado recompensa alguna que pueda incentivar información sobre el paradero del sospechoso, ni se ha emitido un comunicado oficial por parte de los cuerpos de seguridad sobre los avances de la investigación. Entretanto, los residentes mantienen su demanda de justicia, subrayando la necesidad de que hechos como este no queden impunes.