Bryan Amaya, reconocido abogado y ex personero del municipio de Funza, tiene como objetivo sentarse en el cargo de alcalde. Esta ambición nace de su impulso por mejorar las condiciones de vida de los habitantes menos afortunados de la región. Se compromete a enfrentar problemas como la inseguridad, el hacinamiento escolar y la movilidad, así como cerrar la brecha de inequidad.
Bryan Amaya cuenta con un rico currículum que incluye una especialización en gobierno y desarrollo regional y municipal de la Universidad Católica. Como padre y profesional con una experiencia de más de una década en el sector público, ha desarrollado una cercanía y comprensión única de su municipio. Su carrera se ha centrado principalmente en Funza, donde se vinculó con la Personería Municipal como delegado para asuntos disciplinarios y ambientales, y luego como personero municipal de 2016 a 2020.
Posteriormente, trabajó como asesor territorial para los derechos humanos en los departamentos de Caquetá y Putumayo. Allí demostró su compromiso con la sociedad al contribuir en la recuperación de niños vinculados a grupos armados. Esta dedicación constante a las comunidades más vulnerables ha sido una característica distintiva de su trayectoria.
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La fuerza motriz detrás de su aspiración a la alcaldía, según cuenta, se origina de su relación directa con el municipio. Durante su tiempo como personero, Bryan Amaya se movía a pie, perfeccionando así su comprensión de las condiciones de vida en el área. Le preocupaban especialmente las dificultades sociales a las que se enfrentan los niños. Identificar y resolver estas problemáticas es una prioridad esencial de su propuesta municipal.
El panorama actual de Funza, según Bryan Amaya, presenta desafíos significativos. Entre estos, la seguridad es primordial, ya que se menciona como uno de los municipios más inseguros de Cundinamarca en ciertos delitos. Pero esa no es la única preocupación: la movilidad se ve afectada, existe hacinamiento en las escuelas y hay dificultades en el acceso a servicios públicos.
Si llega a ser alcalde, el rol de Bryan Amaya sería instaurar cambios concretos para enfrentar estos problemas. Entre sus compromisos está garantizar que el más desprotegido tenga acceso real a los programas y proyectos del municipio.
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