En Facatativá, Cundinamarca, la Policía logra capturar una mujer de 26 años gracias a la denuncia de un ciudadano que depositó su confianza en las autoridades.
La detenida se hacía pasar como patrullera del cuerpo uniformado y a través de llamadas y mensajes de texto comenzaba a desarrollar su trama. Establecía relaciones amorosas con sus víctimas para obtener imágenes de carácter íntimo y luego exigir dinero a cambio de no publicarlas.
El procedimiento de detención se materializó en momento que uno de los acosados, tras la denuncia correspondiente y en desarrollo de operativo especial, entregaba la suma exigida por la mujer.
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Unidades del Gaula de la Sabana Occidente realizó el proceso judicial y logró la incautación del celular utilizado para realizar las amenazas.
Los seducía, conseguía imágenes íntimas y luego los chantajeaba
Fue detenida cuando recibía gruesa suma de dinero producto de una extorsión. Se hacía pasar como patrullera de la Policía para acercarse a sus víctimas; luego comenzaba a desarrollar una elaborada trama, hasta cuando cayó en poder de los uniformados.
Acudía a zonas comerciales en busca de sus víctimas. Se presentaba ante los dueños de negocios a quienes seleccionaba de acuerdo a la capacidad económica de éstos.
Luego asumía un papel de “buena amiga” para acercarse a su potencias objetivo. Enseguida aplicaba la segunda etapa. Se mostraba como una mujer interesada en ir más allá de simple amiga.
Asumía un papel más atrevido comenzando a explorar espacios libidinosos. Estimulaba charlas sobre temas sexuales y, más adelante, les pedía fotos íntimas.
Una vez obtenía esas imágenes pasaba a una tercera etapa: comenzaba la extorsión. Les exigía a sus víctimas, por lo menos en este caso, el pago de $5 millones.
Mediante notas de texto formulaba la exigencia. Todo ese cruce de mensajes pasó a manos de las autoridades y de la justicia colombiana.
Los procedimientos de captura
Una vez los investigadores estuvieron seguros de contar con el suficiente material comprometedor para garantizar el caso ante los jueces, el Gaula dispuso el operativo de captura.
Coordinó la entrega del dinero exigido en un punto concurrido de Facatativá. La víctima, con el paquete de dinero en sus manos, acudió al lugar de la cita.
Entonces se acercó la mujer, de 26 años, para recibir el paquete exigido. Una vez asegurado el lugar la Policía procedió a la detención; la rodearon. No tenía escapatoria. En un momento trató de huir corriendo pero los uniformados, vestidos de civil, se lo impidieron.
Sometida a los procedimientos correspondientes, los agentes incautaron el celular desde donde se comunicaba con la víctima. Ahí hallaron más evidencias.
En los archivos del móvil encontraron todos los mensajes whatsapp con los cuales materializaba la extorsión. También los registros de las llamadas. Con ello los investigadores estuvieron seguros de contar con el material suficiente para garantizar una posible condena.
Otros casos “sexoextorsivos”
En los últimos tiempos no son muchos los casos sobre extorsiones de este tipo denunciados en el país. Expertos en esta clase de delitos estiman que, en realidad, esa modalidad existe pero son poco denunciadas por las víctimas.
“Los hombres no quieren verse comprometidos” en episodios d este tipo, dicen. La mayoría prefiere someterse a las exigencias económicas antes de enfrentar “vergonzosa” exposición en las redes sociales.
Uno de los pocos casos fue protagonizado por un grupo de mujeres conocidas como “Las Eróticas”. Ese grupo, del cual formaban parte algunos hombres quienes actuaban como los jefes de la banda, extorsionaron a más de 200 hombres.
Sobre la banda se supo mediante una denuncia de un profesional de la salud quien se dejó llevar por contactos a través de las redes sociales. Como en este caso, los delincuentes alcanzaron fotos íntimas las cuales amenazaban con difundir a través de las redes sociales.
Varios de los hombres fueron expuestos al escarnio público pero, esa clase de modalidad delictiva, bajo de intensidad poco después de la detención del grupo criminal.
Incluso se habló que tenía vínculos con organizaciones criminales de enorme poder crimina; también se dedicaban al secuestro, el asalto, el robo y el chantaje.
