(Capturados; citaban a sus víctimas). Obtenían ingresos superiores a los $100 millones mensuales. Se hacían pasar como “importantes distribuidores” de diferentes productos. Seducían potenciales compradores ofreciéndoles “gangas que resultaban difíciles de desaprovechar” para hacerlos ir al lugar de la embosca.
En total fueron detenidas cinco personas integrantes de la organización criminal conocida como “Los Ganchos” quienes fueron aprehendidos las últimas horas en cumplimiento de orden judicial.
Los procedimientos de captura se cumplieron en el barrio Gaitán de Fusagasugá y la vereda Loma Alta de Silvania, Cundinamarca; otros más cayó en el municipio de Vista Hermosa, Meta, hasta donde lo siguieron agentes de inteligencia.
Los trabajos de búsqueda y persecución fueron emprendidos luego que las autoridades recibieran información sobre los irregulares hechos tras lo cual, el cuerpo uniformado emprendió las tareas correspondientes.
Capturados: citaba víctimas en municipios del Sumapaz
Esta organización criminal contactaba a sus “presas” a través de redes sociales. Los “encarretaban” con falsas ofertas hasta convencerlos de que iban a realizar el “negocio de la vida”.
Siempre a través de las redes sociales, les decían que “les habían caído muy bien” y que, en razón a ello, les aseguraban descuentos que no “volvería a encontrar en sus vidas”.
Una vez alcanzado ese nivel de confianza ponían en marcha la siguiente etapa. Los convencían de que, por razones momentáneas e insuperables, tenían que ir hasta un lugar determinado con el propósito de concretar la transacción.
Este punto resultaba ser un lugar despoblado y desconocido para la víctima. Siempre operaban en los municipios de Silvania, Granada y Tibacuy, en zona que ellos conocían a la perfección especialmente en cuanto a las rutas de escape por si se les presentaba algún inconveniente.
Trabajos investigativos
Fue entonces cuando la Policía supo de los casos mediante información suministrada por las víctimas. Así dieron paso al acopio de información a través de fuente humana no formal; realizaron entrevistas, interceptación de comunicaciones y reconocimiento mediante álbum fotográfico.
Todo ello resultó valioso en el proceso investigativo y en el recaudo de datos con los cuales armaron el organigrama de la banda criminal. También determinaron su forma de operar; establecieron la identidad de cada uno de los sospechosos al igual que el lugar donde se refugiaban.
Con todo ese material en sus manos, los agentes especiales dieron el siguiente paso; presentaron las pruebas ante las instancias correspondientes en donde emitieron las órdenes de allanamiento y captura. Enseguida armaron los operativos cuyo objetivo era la detención de los acusados y la incautación de más pruebas.
Más elementos
En desarrollo de su trabajo, la Seccional de Investigación Criminal de la Policía Nacional pudo establecer que los capturados habrían participado en, al menos, 10 hechos delictivos. Todo ello hace parte del inventario de pruebas.
Junto a toda la documentación, los aprehendidos fueron presentados ante la Fiscalía General de la Nación. Posteriormente, un Juez de Control de Garantías legalizó las capturas; así mismo les impuso medida de aseguramiento a cuatro de ellos.
Fueron enviados a centro penitenciario bajo los cargos de “hurto agravado, secuestro, tráfico de armas de fuego y concierto para delinquir”.
