En un esfuerzo por proteger la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha emitido una advertencia a los habitantes de su jurisdicción sobre los peligros potenciales de plantar frailejones en áreas distintas a su ecosistema natural de páramo.
CAR: Alerta ambiental
Esta iniciativa surge como respuesta a los recientes desafíos ambientales que ha enfrentado el territorio, incluyendo los devastadores incendios forestales ocurridos a principios de este año.
El frailejón, una especie icónica y fundamental para la estabilidad de los ecosistemas de alta montaña, ha sido el foco de atención de muchos ciudadanos preocupados por la restauración de los páramos.
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Sin embargo, la CAR enfatiza que la introducción de esta especie en zonas transformadas o deforestadas, que originalmente no corresponden al páramo, puede desencadenar desequilibrios ecológicos significativos.
Alfred Ignacio Ballesteros, director de la CAR, expresó su aprecio por el deseo de la comunidad de contribuir a la restauración de los páramos, pero subrayó la importancia de utilizar especies nativas para evitar alteraciones en el entorno natural.
"Si bien valoramos el compromiso de la población con la preservación de nuestros ecosistemas, es fundamental que cualquier iniciativa de restauración se lleve a cabo de manera informada y responsable", afirmó Ballesteros.
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La plantación de frailejones en áreas que no son propias del ecosistema de páramo presenta múltiples desafíos, entre los que se destacan:
- Interferencia con los esfuerzos de restauración ecológica.
- Baja supervivencia de las especies de frailejones no adaptadas a condiciones climáticas diferentes a las del páramo.
- Competencia entre especies y desestabilización de poblaciones locales.
- Afectación de la biodiversidad y la salud general del ecosistema.
Además de su importancia ecológica, los frailejones desempeñan un papel crucial en la regulación hídrica y la mitigación del cambio climático.
Su capacidad para retener agua en las hojas y actuar como sumideros de carbono contribuye al mantenimiento del equilibrio ambiental y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La CAR resalta la necesidad de asesoría y acompañamiento técnico en los procesos de restauración ecológica, tanto en el páramo como en el bosque altoandino.
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La corporación invita a la comunidad a permitirles guiar estos esfuerzos, brindando el conocimiento y la experiencia necesarios para garantizar el éxito de las iniciativas de restauración.
En el territorio CAR se encuentran 18 especies de frailejones, de las cuales 7 son endémicas. Además, existen 6 complejos de páramos con áreas en la jurisdicción de la CAR:
- Altiplano Cundiboyacense
- Chingaza
- Guerrero
- Iguaque-Merchán
- Rabanal - río Bogotá
- Complejo Cruz Verde – Sumapaz
La preservación de estos ecosistemas únicos y frágiles es una prioridad para la CAR, que busca promover prácticas sostenibles y responsables en la gestión ambiental de la región.