La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha emitido una alerta a los habitantes de los municipios ubicados en la cuenca alta del río Bogotá y el Valle de Ubaté sobre los peligros que representa el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii). Esta especie invasora, no solo tiene efectos negativos en los ecosistemas, sino que también puede generar riesgos para la salud humana.
Recomendaciones de la CAR
La advertencia de la CAR llega en un momento oportuno, ya que durante la Semana Santa se suele incrementar el consumo y la venta de pescado y otras especies que forman parte de la gastronomía tradicional religiosa.
Sin embargo, la autoridad ambiental hace hincapié en que el cangrejo rojo americano, también conocido como langostilla de río, cangrejo de pantano rojo o cangrejo de Louisiana, no debe ser consumido bajo ninguna circunstancia.
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Además, la CAR extiende su llamado a los visitantes de los parques ecoturísticos ubicados en las partes altas de los ríos Bogotá y Suárez, instándolos a abstenerse de manipular estos crustáceos y a proteger a sus mascotas de su ingesta.
La manipulación o el consumo de este cangrejo podrían representar un riesgo tanto para adultos como para menores de edad y animales domésticos.
El cangrejo rojo americano presenta las siguientes características:
- Mide entre 10,5 y 12 centímetros
- Pesa alrededor de 45 gramos
- Su cuerpo tiene forma cilíndrica y en edad adulta es de color rojo intenso, a veces con tonalidades cafés
- Tiene una alta tasa de fecundidad, poniendo entre 200 y 500 huevos
- Es altamente resistente a aguas de mala calidad y bajas concentraciones de oxígeno
La presencia de esta especie en Colombia se remonta a 1985, cuando llegó desde Estados Unidos con fines de investigación. Sin embargo, su liberación accidental ha llevado a una rápida expansión por diversas zonas del país.
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Los análisis realizados por la CAR revelan la presencia de este crustáceo en al menos 8 municipios del Valle de Ubaté, particularmente en la laguna de Fúquene, así como en algunas zonas pantanosas y humedales de la cuenca alta del río Bogotá.
El cangrejo rojo americano representa una seria amenaza para el equilibrio natural de los ecosistemas que habita. Este crustáceo es vector de diferentes virus y enfermedades letales para otras especies de cangrejos nativos, debido a la cantidad de patógenos y parásitos que alberga en su cuerpo.
Además, su dieta basada en moluscos, renacuajos y platelmintos, entre otros, puede afectar a las poblaciones de estas especies.
Pero el problema no se limita solo a la fauna acuática. Algunas aves, insectos, peces y mamíferos como el chigüiro pueden alimentarse de estos cangrejos, convirtiéndose así en huéspedes de enfermedades y virus.
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Esto representa un riesgo no solo para la biodiversidad, sino también para la salud humana y animal.
La CAR advierte que el consumo de este cangrejo por parte de personas o animales domésticos puede provocar complicaciones en las vías digestivas y respiratorias, con consecuencias severas y en ocasiones letales.
Además, la alta adaptación de esta especie a aguas contaminadas y su capacidad para alterar los ecosistemas acuáticos a través de la construcción de madrigueras en las paredes de los cuerpos de agua, agravan aún más la situación.
Ante esta problemática, el nuevo Plan de Acción Cuatrienal de la CAR busca fomentar líneas de investigación, conocimiento, educación, control y manejo del cangrejo rojo americano.
Sin embargo, para lograr resultados efectivos en la contención del crecimiento de sus poblaciones, se requiere la colaboración de diversos actores institucionales y de la comunidad en general.
La CAR hace un llamado a las autoridades municipales, sanitarias y a la población de los municipios afectados para que apoyen las acciones de la entidad.
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Esto implica evitar por cualquier medio alimentar, manipular, capturar o consumir el cangrejo rojo americano, y reportar oportunamente la presencia de estos animales en la zona.
Solo mediante un esfuerzo conjunto y una toma de conciencia sobre los peligros que representa esta especie invasora, será posible proteger tanto la biodiversidad como la salud pública en las regiones afectadas de Cundinamarca.
La responsabilidad recae en cada uno de nosotros para evitar que este "extranjero indeseable" siga causando estragos en nuestros ecosistemas, afirmó el director de Innovación de la CAR, Julio César Pulido Puerto.
