La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha intervenido ante la operación de una mina de arena de peña en la vereda Faracia, situada en el municipio de Lenguazaque, Cundinamarca, debido a su funcionamiento sin los permisos legales necesarios. Esta intervención surge como respuesta a la denuncia proporcionada por los residentes de la zona, quienes alertaron sobre los impactos negativos que la mina estaba generando en el entorno natural.
Le puede interesar: Ladrones siguen rondando buena parte de Fusagasugá, Cundinamarca
Durante una inspección llevada a cabo por la Dirección Regional Ubaté de la CAR, se descubrieron daños considerables en la flora y el suelo. Entre estos se destacan la pérdida de capa vegetal y el manejo inadecuado de residuos. Asimismo, se detectaron signos de contaminación por aceite hidráulico y el sepultamiento de aproximadamente 500 m² de bosque nativo, afectando especies características como el arrayán, mano de oso y ericácea.
El informe preliminar elaborado por la CAR también reporta el empleo inapropiado de materiales de construcción en el área, lo que ha sido documentado para evaluar la magnitud de los daños. Durante la visita, los funcionarios abordaron a un trabajador de la mina, quien reveló que diariamente se transportaban 25 volquetas de material extraído, lo que evidencia una operación de considerable escala.
En el área de explotación se hallaron varias máquinas, incluyendo una oruga, una criba y dos retroexcavadoras, indicio de la actividad minera reciente. Este hallazgo resalta la envergadura del impacto ambiental causado por estas prácticas sin regulación.
El director de la Regional Ubaté de la CAR, Bryan Martínez, expresó su preocupación por la persistencia de este tipo de actividades ilegales, a pesar de los continuos esfuerzos por concienciar sobre la importancia de gestionar adecuadamente los permisos exigidos por la ley. En el lugar, también se observó la presencia de tres trabajadores y una mascota en aparente estado de abandono.
La acción tomada por la CAR da inicio a un proceso de seguimiento técnico y legal para evaluar y mitigar los daños al entorno natural. Se busca establecer un precedente que impulse al sector minero a cumplir con los requisitos legales necesarios para la extracción de recursos, promoviendo así un desarrollo responsable y sostenible.
Le recomendamos leer: Bogotá: Pasajero en el techo de un bus de TransMilenio sorprende a usuarios