CAR, cierre de cantera. La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca se negó a seguir permitiendo actividades que puedan afectar el medio ambiente hacia la orilla sur de la Sabana de Bogotá. El daño, de manera directa, sería contra la Quebrada Sabaneta.
Luego de avaluar inquietudes ciudadanas y de consultar informes de sus expertos tras inspecciones al lugar, decidió revisar las condiciones legales sobre el funcionamiento de una cantera en Sibaté.
Se trata de un espacio ubicado dentro de un área bajo protección especial debido a su importancia estratégica en materia ambiental y, en particular, en cuanto a la custodia de los recursos hídricos.
Con esa premisa, determinó imponer “medida preventiva a una cantera para la explotación de recebo en el municipio de Granada, Cundinamarca”. Esa actividad estaría golpeando de manera importante lo previsto en el Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica - POMCA del río Bogotá.
CAR evalúa cierre cantera
Las evaluaciones sobre los efectos de la extracción mineral para construcción, fue adelantada por efectivos de la Dirección Regional Sumapaz de la CAR, en Fusagasugá. Los técnicos encontraron que la actividad “estaría afectando el sistema de recarga hídrica de la quebrada Sabaneta, que en ese punto hace parte de la cuenca del río Bogotá”.
“Hemos dispuesto el cierre de esta cantera en cumplimiento de nuestro deber como autoridad ambiental”, resaltó la directora de la autoridad ambiental, Érika Álvarez. Insistió en que, “en actuaciones preliminares, sumadas a la diligencia técnica, evidenciamos varias infracciones”.
Según los reportes oficiales internos, los expertos pudieron identificar que la actividad ilegal afectaba la recarga hídrica de la quebrada Sabaneta, parte fundamental para la cuenca del río Bogotá.
Álvarez destacó la gravedad de la situación señalando que, además de la falta de permisos, la ubicación de la cantera en una zona de protección ambiental, agrava las infracciones.
“Hemos dispuesto el cierre de esta cantera en cumplimiento de nuestro deber como autoridad ambiental, ya que, tras las investigaciones preliminares y la diligencia técnica, se evidenciaron múltiples infracciones”, declaró Álvarez Castañeda. Añadió que la explotación en esta área está prohibida debido a la incompatibilidad con la normativa de conservación del POMCA, que busca proteger ecosistemas clave para el equilibrio ambiental.
Los mismos reportes sobre la novedad actual advierten que los responsables de la estación minera habían sido advertidos por la CAR sobre la prohibición de continuar con las actividades extractivas.
Otras medidas similares en La Calera
A comienzos de agosto, el sábado 3, la CAR, junto al Ejército, la Fuerza Aérea y Carabineros de la Policía, impidieron que un grupo de personas continuaran con la extracción de arena a “cielo abierto”. No contaba con permiso ambiental y tampoco se cumplían con protocolos elementales de protección del medio ambiente.
La intervención de esa autoridad se cumplió en un predio ubicado en la vereda Aurora Alta. El proceso de control se cumplió a manos de la Regional Bogotá de la Corporación Autónoma atendiendo inquietudes presentadas ante sus oficinas.
El estado del deterioro ambiental fue evaluado y dimensionado mediante el uso de drones y el desplazamiento de su personal calificado. Ubicaron dos frentes que incluían taludes verticales de más de 20 metros de altura, aproximadamente 80 metros cúbicos de material extraído, y dos retroexcavadoras tipo oruga que fueron decomisadas por las autoridades.
La zona en cuestión, desde el 2017, se encuentra bajo vigilancia de los organismos ambientales. Desde entonces le han extendido dos medidas preventivas y le dieron inició un proceso sancionatorio por la “grave afectación ambiental causada por la minería ilegal”. Pese a ello, las actividades ilícitas continuaron.
“Hemos decidido suspender las actividades ante el incumplimiento reiterado de las obligaciones impuestas a estos particulares”, advirtió entonces Sandra Santafé Patiño, directora regional de la CAR para Bogotá - La Calera.
La explotación minera ilegal en la zona ha generado considerable impacto ambiental, afectando los recursos de suelo, paisaje, aire —debido a las quemas al aire libre— y flora. Comprobaron la remoción de la cobertura vegetal y la tala de cuatro pinos pátula sin los permisos correspondientes.
Como consecuencia de lo anterior fueron detenidas tres personas, quienes enfrentarán cargos por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales, conforme al artículo 328 del Código Penal.
Controles en Tausa, Sutatausa, Guachetá y Lenguazaque
La autoridad ambiental también asumió medidas en varias poblaciones del norte de Cundinamarca frente a excesos en la extracción de carbón mineral. Con ello, han impactado aspectos paisajísticos, afectación a las corrientes hídricas al igual que la emisión de contaminantes al aire.
Simultáneamente y al sur del departamento, en Jerusalén, la CAR impidió la continuidad de la extracción de arena y grava en espacio abierto. Los operativos fueron adelantados por hace poco. La autoridad ambiental advirtió que controles de ese tipo continuarán siendo permanentes en Cundinamarca.