En una jornada reciente en la reserva El Palmar, ubicada dentro del Parque Nacional Natural Chingaza, se hizo público el establecimiento de dos convenios estratégicos impulsados en conjunto por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Corporación Autónoma Regional del Guavio (Corpoguavio). Durante el recorrido por diversas cascadas y fuentes hídricas, los directivos de ambas entidades explicaron los objetivos de esta acción interinstitucional.
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La inversión total de estos convenios asciende a 4.745 millones de pesos, cifra que se empleará para implementar medidas de restauración ecológica, monitoreo ambiental y para el fortalecimiento de la gobernanza del agua en áreas clave de la región. La iniciativa busca asegurar la protección y la sostenibilidad de las fuentes hídricas que abastecen a miles de habitantes.
En el marco de los acuerdos se destaca la puesta en marcha de diversas estrategias, entre las cuales se encuentran:
• La protección de zonas de recarga hídrica en áreas de influencia del Parque Nacional Natural Chingaza.
• El monitoreo y evaluación del estado de las fuentes de agua en las jurisdicciones de ambas corporaciones.
• El fortalecimiento de mecanismos de gobernanza del agua mediante la colaboración activa con comunidades y actores locales.
Ambos directores, Alfred Ballesteros de la CAR y Marco Urquijo de Corpoguavio, resaltaron la importancia de la cooperación institucional. Durante el recorrido por las cascadas, Ballesteros enfatizó que la seguridad hídrica está directamente vinculada a la conservación de los ecosistemas, lo que se traduce en acciones concretas para reforzar la protección del recurso.
La coordinación entre estas entidades genera una visión integral sobre el manejo sostenible del agua. La realización de estas acciones se observa como un paso relevante en el esfuerzo de articular las políticas ambientales con la gestión comunitaria en el territorio.
El director de Corpoguavio, Marco Urquijo, puntualizó que este trabajo conjunto amplifica el impacto de las intervenciones, garantizando que tanto el agua como la biodiversidad en la zona cuenten con medidas de protección efectivas y sostenibles.
Las estrategias contempladas permiten abordar de manera directa aspectos esenciales para la conservación del recurso hídrico, fortaleciendo el monitoreo en tiempo real y la aplicación de protocolos de restauración ecológica. Este esfuerzo se enmarca en una política que prioriza la resiliencia y la gestión ambiental en áreas de alto valor ecol
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