En una intervención conjunta llevada a cabo por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y el Ejército Nacional, la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) identificó infracciones medioambientales significativas en dos restaurantes locales. Ambos establecimientos fueron sorprendidos descargando aguas residuales de manera directa en el río Neusa, un acto que compromete seriamente la integridad del recurso hídrico.
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Según Liliana Ramírez, directora de la regional Sabana Centro de la CAR, uno de los restaurantes investigados era responsable de contaminar el suelo. Esta contaminación se debía al vertimiento sin tratamiento de aguas residuales domésticas, lo cual ocasionaba no solo encharcamientos, sino también fuertes olores y acumulaciones de materia orgánica en la zona.
El segundo establecimiento no solo fue sorprendido vertiendo aguas residuales derivadas de su actividad gastronómica, sino que también fue encontrado con una gestión inadecuada de residuos sólidos. Entre los materiales descubiertos en la ronda de protección del río se encontraban botellas plásticas, tejas metálicas y de zinc, tarros de pintura, costales, lonas, láminas metálicas y llantas.
Ante la gravedad de los hallazgos, la CAR implementó medidas preventivas urgentes. Estas incluyeron la suspensión inmediata de las actividades que contribuían a la contaminación, con el fin de mitigar los daños ambientales en el área. El objetivo principal era garantizar la preservación del agua del río Neusa, vital para varios municipios de la Sabana Centro.
El río Neusa es crucial porque recibe aguas del embalse de El Neusa, que abastece a múltiples comunidades en la región. Las prácticas negligentes de vertimiento afectan la calidad del agua que los residentes consumen, motivando un llamado a la conciencia y protección del medio ambiente.
No es solo una cuestión de las autoridades; la responsabilidad también recae sobre los propietarios y arrendatarios de los negocios a lo largo del río. La CAR exhorta a estos actores a adoptar prácticas sostenibles y asegurar una gestión responsable de los desechos para proteger esta vital fuente de agua.
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