A pesar de las bajas precipitaciones y las altas temperaturas asociadas al fenómeno de El Niño, los embalses administrados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) mantienen condiciones estables gracias a un eficiente plan de manejo y control.
Reporte de embalses en la cuenca media del río Bogotá
Según las últimas mediciones, los embalses Neusa, Sisga y Tominé, ubicados en el Agregado Norte, así como el embalse El Hato, en las cercanías de los municipios de Carmen de Carupa y Ubaté, reportan volúmenes normales.
Estos cuerpos de agua están plenamente habilitados para satisfacer las demandas de las cuencas hidrográficas que abastecen.
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El director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, enfatizó la importancia del uso responsable del recurso hídrico y la continua implementación de medidas de ahorro y manejo racional del agua, a pesar de la favorable situación actual.
"Desde la CAR hacemos un llamado al uso responsable del recurso hídrico, ya que según el Ideam las altas temperaturas se extenderán hasta el mes de abril, cuando iniciará la transición gradual hacia el Fenómeno de La Niña", destacó el directivo.
La estabilidad registrada en los embalses es el resultado de un manejo gradual, controlado y eficiente, que ha permitido mantener reservas adecuadas para satisfacer las necesidades del territorio, a pesar de las condiciones climáticas adversas.
Decálogo para gestión ambiental ejemplar
El pasado 27 de febrero, 103 alcaldes de la jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) firmaron un decálogo en pro de una gestión ambiental municipal ejemplarizante.
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En este decálogo, los mandatarios municipales se comprometen a diversas acciones con el objetivo de promover la sostenibilidad ambiental en sus respectivas localidades. Entre los compromisos adquiridos se destacan:
- Promover un ordenamiento del territorio con criterio de sostenibilidad ambiental.
- Conocer, valorar y proteger los recursos naturales, biodiversidad y ecosistemas locales.
- Priorizar, planificar e implementar programas de saneamiento básico para mejorar la salubridad ambiental y la calidad de vida de los habitantes.
- Medir la "Huella Verde" para incidir en la huella de carbono en sus municipios.
- Convertir los municipios en territorios eco-sostenibles, promoviendo el uso eficiente y ahorro del agua, energía y la reducción de residuos, entre otros.
- Contribuir con la meta regional de reforestación mediante la plantación de especies nativas.
- Construir y promover el Comité Interinstitucional de Educación Ambiental (CIDEA) para fomentar una cultura de mejores hábitos y prácticas ambientales.
El director de la CAR, Alfred Ballesteros, destacó la importancia de este decálogo como muestra del compromiso de los alcaldes con la protección ambiental durante los próximos cuatro años.
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Además, aseguró que los municipios contarán con el acompañamiento de la Corporación Autónoma Regional para la implementación de estas acciones.
Entre otras promesas adquiridas por los alcaldes se encuentra la promoción de medios de movilidad sostenible en los vehículos de las administraciones municipales, así como la participación activa en campañas, ferias y proyectos ambientales comunitarios.
