En el marco de su decimotercera "Gira Ambiental por el Territorio", la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha dado un paso significativo hacia la educación sostenible al entregar un predio a la alcaldía de Sutatausa. Este terreno servirá como el cimiento para un ambicioso proyecto de megacolegio, cuyo eje central será la enseñanza ecológica. La iniciativa beneficiará a más de 1.500 estudiantes y representa un esfuerzo conjunto entre varias entidades para integrar prácticas sostenibles en la formación académica.
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El megacolegio no solo será un espacio educativo, sino un modelo de desarrollo sostenible. La CAR ha destacado que la instalación promoverá actividades que fomenten el cuidado del medio ambiente, como la creación de huertas urbanas, la práctica de la producción agropecuaria sostenible, la eficiencia energética, la observación de aves, la construcción sustentable a través de talleres de bricolaje, el compostaje, así como la gestión de residuos orgánicos y la reutilización de agua de lluvia. Estos componentes buscan no solo educar, sino también sensibilizar a los estudiantes sobre la importancia de la sostenibilidad en sus comunidades.
El predio, ubicado en la vereda Santa Bárbara y que se extiende por 6 hectáreas y 1.104 metros cuadrados, se encuentra estratégicamente a solo 200 metros del casco urbano de Sutatausa. Esta ubicación promete facilitar el acceso y propiciar un entorno adecuado para el desarrollo de un complejo educativo de gran alcance. El director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, expresó su entusiasmo al señalar que esta entrega es un importante aporte para una educación orientada a la sostenibilidad en esta comunidad.
La construcción del megacolegio requerirá una inversión que oscila entre $18.000 y $20.000 millones de pesos. Estos fondos serán proporcionados por la Gobernación de Cundinamarca, en colaboración con la administración municipal de Sutatausa. El complejo educativo contará con instalaciones de última generación, que incluirán aulas equipadas con tecnología moderna, salones de computación, un comedor escolar con áreas de saneamiento adecuadas, zonas deportivas, espacios administrativos, y amplias áreas verdes. Estos elementos garantizarán un entorno educativo integral y confortable para los estudiantes.
Diego Cárdenas Chala, secretario de Bienestar Verde del Departamento, subrayó la relevancia de esta obra. Destacó el compromiso gubernamental con la promoción de la educación y el medio ambiente, señalando que esta iniciativa permitirá a los estudiantes disfrutar de espacios adecuados para su aprendizaje y fomentar una cultura de respeto y cuidado por la naturaleza.
Jonathan Ojeda, alcalde de Sutatausa, también enfatizó la importancia del proyecto. Según Ojeda, el nuevo megacolegio mejorará la calidad de la educación en la región al proporcionar a estudiantes y maestros instalaciones modernas. Además, aseguró que la infraestructura ofrecerá un ambiente adecuado para la cooperación entre estudiantes, docentes y la comunidad, consolidando así un espacio óptimo para el aprendizaje y la innovación.
Tras la firma de la cesión del terreno, el próximo paso será la realización de estudios detallados del lugar. Estos incluirán análisis de riesgos y el diseño de la infraestructura que conformará el colegio. El inicio de la construcción está planificado para los próximos meses, con el objetivo de completar la obra para el año 2027. Este cronograma busca asegurar que todas las etapas del proyecto se ejecuten de manera eficiente y efectiva.
Ballesteros reafirmó el compromiso de la CAR con proyectos que promuevan la educación ambiental, alineados con el Plan de Acción Cuatrienal (PAC) 2024-2027 de la entidad. Este plan tiene como objetivo la creación de entornos sostenibles con la participación activa de la comunidad, lo que se considera fundamental para el éxito de las políticas ambientales en la región.
La entrega del predio en Sutatausa forma parte de una serie de iniciativas presentadas durante la gira realizada por la CAR. En esta misma línea, se anunció la asignación de $1.000 millones de pesos para cada uno de los 10 municipios de la provincia de Ubaté. Este financiamiento será destinado a proyectos de recuperación y restauración de microcuencas, reforzando así los esfuerzos por la protección del recurso hídrico y promoviendo la participación comunitaria en su gestión responsable.
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