La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), dirigida por Alfred Ignacio Ballesteros, redobla sus esfuerzos por concienciar a la ciudadanía sobre la importancia del uso responsable del agua durante las celebraciones de fin de año. Este mensaje se dirige especialmente a aquellas familias que se desplazan a destinos vacacionales, instándolas a practicar un consumo consciente tanto en casa como en espacios recreativos, como hoteles y fincas, en esta época de festividades.
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El llamado se fundamenta en los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que advierten sobre la extensión de la temporada seca iniciada en diciembre, la cual se espera continúe durante los primeros tres meses de 2025. Este fenómeno influye directamente en los niveles de los embalses de la región central del país, que han mostrado un descenso sostenido en semanas recientes.
Ballesteros enfatiza la necesidad de trasladar hábitos saludables de consumo de agua a cualquier destino vacacional. Es crucial, menciona, aplicar las mismas recomendaciones de uso eficiente aprendidas en casa durante el año, en especial debido al desabastecimiento hídrico que ha afectado a Bogotá y municipios cercanos en la Sabana durante 2024.
Es relevante destacar que el reciente Informe de Predicción Climática del Ideam pronostica condiciones meteorológicas "ENOS Neutro" para finales de 2024 e inicios de 2025. Esto indica la ausencia de influencias del fenómeno de La Niña, aunque el panorama podría cambiar, aún se considera incierta su llegada. Este contexto climático refuerza la importancia del uso racional del recurso hídrico.
El director de la CAR insiste en que, aunque los turistas puedan no pagar directamente por el agua en los lugares donde se hospedan, esto no exime la responsabilidad de ahorrar. Las fuentes de agua requieren preparación adecuada para la prolongada temporada seca que se avecina hasta marzo, subrayó Ballesteros.
El mensaje de la CAR se extiende también a empresas, sectores industriales, agrícolas, pecuarios y de servicios que conforman la economía regional. Todos están llamados a sumarse al esfuerzo colectivo por un consumo hídrico racional, lo cual es esencial para mitigar la crisis de agua que afecta a Bogotá y sus alrededores.
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