CAR entrega reconocimientos económicos por protección de microcuencas. Acueductos comunitarios en Fusagasugá y La Calera, Cundinamarca, al igual que en San Miguel de Sema, Boyacá, fueron los seleccionados.
Los premios, consistentes en $120 millones para cada uno de los escogidos, corresponden a un ejercicio adelantado por la Corporación Autónoma Regional en el centro del país.
El ejercicio busca incentivas prácticas encaminadas a sembrar conciencia sobre la necesidad de que todas las comunidades, en especial las rurales, se comprometan en procesos de protección reservas forestales.
Precisamente y en esa dirección, la Corporación Autónoma Regional completó un concurso mediante el cual fueron destacadas tres gestiones desarrolladas por organizaciones de acueductos veredales.
CAR y la protección de microcuencas
La convocatoria seleccionó los acueductos Progresar, de La Calera; Coovesur Ltda. ESP, de Fusagasugá, y la Empresa Solidaria de Servicios EMSAN ESP, de San Miguel de Sema. Las dos primeras pertenecen a Cundinamarca y la tercera a Boyacá.
Significa que las organizaciones galardonadas se destacaron por sus iniciativas comunitarias “enfocadas en la protección y conservación de microcuencas”. En razón a ello, cada una se hizo merecedora de un apoyo financiero de 120 millones de pesos.
Este reconocimiento forma parte de la convocatoria “Entornos sostenibles para la Seguridad Hídrica y la Gobernanza del Agua”, que busca promover acciones comunitarias sostenibles para la preservación de zonas de recarga hídrica.
Las evaluaciones tuvieron en cuenta las postulaciones dentro de los 114 municipios que hacen parte del territorio de la CAR en Cundinamarca y Boyacá.
En cuanto a la elección se basó en criterios de evaluación que destacó las iniciativas de las Juntas de Acción Comunal (JAC) de las veredas San Cayetano (La Calera), La Isla (Fusagasugá) y Quintoque (San Miguel de Sema), respectivamente.
Sobre las evaluaciones
Las prácticas implementadas por estas organizaciones incluyen pedagogía ambiental, planes de reforestación, compra de predios para protección e instalación de cercas de aislamiento. También observa redes de monitoreo participativo, proyectos de polinización a través de apicultura y gestión integral de residuos sólidos, entre otras. Estas actividades las han convertido en modelos ejemplares de restauración y conservación para futuras convocatorias.
“Nuestro compromiso es garantizar el abastecimiento de agua a través de acciones integrales de conservación, de la mano con las comunidades y asociaciones de acueductos”, resaltó el director de la CAR, Alfred Ballesteros. Igual, destacó lo que llamó “trabajo armónico que permita generar estrategias para la seguridad hídrica”.
El Plan de Acción Cuatrienal 2024-2027 de la Corporación Autónoma Regional, recientemente aprobado, contempla una inversión de $140 mil millones. La suma facilitará la protección de microcuencas abastecedoras de 800 acueductos en el territorio. Incluye un diagnóstico rural participativo y la implementación de un plan de adecuación ambiental en las microcuencas, a través de acuerdos de conservación con las comunidades locales.
Ballesteros Alarcón insiste en que esta es “la primera vez que la CAR lidera un proyecto masivo con la inversión de recursos más grande (…) en un modelo que busca garantizar que las fuentes hídricas recuperen su función ecosistémica”.
Todo el escenario habilitó mensajes de la autoridad ambiental para estimular la cultura de la defensa de los recursos naturales a través de la protección de los bosques y las cuencas hídricas.
Así, las organizaciones de acueductos y Juntas de Acción Comunal fueron invitadas para que se sumen a “esta gran apuesta por la conservación y recuperación de las microcuencas que abastecen a los acueductos veredales, regionales y municipales”.
La iniciativa busca, desde una visión participativa, contribuir a la construcción de entornos sostenibles y garantizar la seguridad hídrica en la región.