La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca da por concluido el proceso de rehabilitación de 18 flamencos rosados, luego haberlos rescatado por tenencia ilegal. Las aves exóticas permanecieron un año bajo los cuidados de la CAR, para posteriormente ser trasladadas de Tocaima a su habitad natural en la Guajira, allí fueron liberadas en los manglares del Caribe.
Protección de aves silvestres
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Corpoguajira culminaron un esfuerzo de más de un año para rehabilitar y reintegrar a la vida salvaje a 18 flamencos rosados (Phoenicopterus ruber) que habían sido víctimas del comercio ilegal de especies.
Ahora, estas aves viven pacíficamente en los espléndidos manglares del Caribe en el Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Musichi en La Guajira.
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Este proceso, involucró un meticuloso operativo de transporte que llevó a las aves desde Tocaima en Cundinamarca, pasando por Bogotá, hasta su destino final en el Caribe colombiano.
Esta travesía fue posible gracias a la colaboración del Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM de la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
Luis Fernando Sanabria Martínez, director de CAR, comentó que algunas de estas aves habían estado en cautiverio hasta por nueve años.
Añadió que la tenencia ilegal de flamencos rosados es a menudo resultado de la ignorancia de las leyes relativas a la protección de la fauna, y también de la criminalidad asociada con el comercio de especies.
Bajo la supervisión de Juan Esteban Ardila, médico veterinario de la Dirección de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR, y su equipo, estos flamencos se sometieron a un proceso de rehabilitación riguroso.
CAR Y Corpoguajira
Esto implicó cuarentena, evaluaciones físicas y nutricionales, y el desarrollo de un ambiente controlado que fomentara la formación de una bandada.
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Tatiana Baker, bióloga de la CAR, describió cómo durante el proceso de rehabilitación, se descubrió que muchos flamencos habían sufrido daños, como pérdida del color del plumaje y plumas cortadas, debido a la alimentación inadecuada y prácticas perjudiciales en cautiverio.
La rehabilitación de estas aves incluyó una variedad de estímulos para promover la recuperación del comportamiento natural.
Estos incluyeron estimulaciones con vocalizaciones, siluetas de depredadores y alimentación con camarones, artemias y suplementos para recuperar su coloración natural y el crecimiento del plumaje.
Una vez que se confirmó su preparación para la vida silvestre, los flamencos emprendieron su viaje de más de mil kilómetros a los manglares y salinas del mar Caribe.
Mayor Camilo Adolfo Serrano Lemus, piloto militar de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, quien estuvo al
frente del traslado de las aves desde Bogotá hasta el caribe colombiano, comentó:
“Nuestros lineamientos están guiados a la protección de los recursos naturales. Hemos dispuesto
nuestras aeronaves para ello, y transportar estos 18 flamencos hacia la libertad es una misión
positiva. Apoyar a entidades como la CAR es poder aportar a un mejor país”.
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La liberación se llevó a cabo con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de La Guajira
(Corpoguajira), que acompañó el operativo de llegada y traslado de las aves hacia su lugar de liberación.
