El castillo Marroquín, emplazado en el corazón de Chía, Cundinamarca, inicia una nueva etapa bajo la égida de la Universidad Pedagógica Nacional. Esta decisión, anunciada por el presidente Gustavo Petro, marca el inicio de una era donde el majestuoso castillo, antes bajo la custodia de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) por cuestiones ligadas al narcotráfico, se convierte en un epicentro educativo dedicado a la formación de futuros maestros y maestras del país.
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La Universidad Pedagógica planea habilitar en este espacio una moderna Facultad de Artes que ofrecerá, entre otros programas, Biología, Ciencias Naturales y Educación Ambiental. Además, el castillo albergará los Museos Pedagógico y de Historia Natural, espacios destinados a fortalecer no solo el conocimiento académico sino también el aprecio por nuestra rica biodiversidad y patrimonio cultural.
Más allá de su función educativa, el Castillo Marroquín y sus más de 20 hectáreas de reserva ambiental representan un compromiso tangible con la conservación del medio ambiente. La universidad se ha comprometido a ser guardiana de este verde santuario, promoviendo entre su comunidad educativa el respeto y cuidado por la naturaleza.
La entrega del castillo a la Universidad Pedagógica es fruto de un esfuerzo colaborativo, destacó el rector Helberth Choachi, quien reconoció el papel crucial del profesor Adolfo en las negociaciones y gestiones previas. La SAE, representada por Daniel Rojas Medina, también jugó un papel decisivo en este proceso, demostrando un compromiso conjunto por parte de las instituciones involucradas para beneficiar al sector educativo.
La iniciativa pone de relieve la importancia de reintegrar espacios recuperados de actividades ilícitas en proyectos que benefician el bienestar común y fomentan el desarrollo sostenible.
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